Por Raúl Macarro del OS2O Trail Team
Cuando, hace ya algún tiempo, empecé a correr por el monte, en ningún momento me movía la idea de participar en competiciones o carreras. No, ni mucho menos era ese el objetivo que perseguía. De hecho, en esos tiempos, mi única intención era poder moverme lo más rápido posible por la montaña con el objetivo de cubrir rutas en menos de media jornada y poder estar de vuelta pronto, o hacer ascensiones a cumbres de la manera más rápida y ligera posible. Se podría decir que mi cabeza pensaba en Fast&Light antes de saber lo que el estilo Fast&Light significaba en realidad.
Como le ocurre a muchos otros/as, yo no era un corredor que empezó a moverse por la montaña, sino que era un apasionado de la montaña que empezó a moverse cada vez más rápido por ella, afrontando progresivamente distancias más largas y siempre intentándolo hacer de la manera más natural posible. Ese estilo Fast&Light que tanto me gustaba me había convertido, casi sin darme cuenta, en un corredor de ultra distancia, y mi sorpresa fue que cuando decidí probar con las competiciones, conseguía unos resultados que jamás hubiese imaginado.
Este hecho, provocó que me introdujera un poco más de lleno en el tema de las carreras por montaña y dejara un poco más de lado el montañismo y la alta montaña. Era una mezcla de sensaciones extrañas por dejar de lado mis orígenes pero al mismo tiempo con la satisfacción de superar con creces los objetivos en las carreras. No obstante, es cierto que todos los años intento dedicar un pequeño espacio de tiempo a reencontrarme con mis orígenes y realizar alguna salida Fast&Light en alta montaña. Este año, está siendo diferente a los anteriores. Debido a una lesión que me tiene «fuera de juego» de las carreras, he decidido recuperar esa ilusión, intriga o ese gusanillo por la alta montaña invernal, una modalidad que llevaba un tiempo sin practicar.
Aprovechando que OS2O es patrocinador oficial del Ultra Trail Valle de Tena y que el Garmo Negro es el pico 3000m más alto que sube esta carrera (y además es el más cercano a Bilbao, donde yo resido), decidí que era un escenario ideal para realizar aquí una actividad «made in OS2O FAST& LIGHT». Por mis condiciones de corredor de montaña, la idea era hacer un ascenso exprés a este pico lo más rápido posible (FAST), con el menor material y peso posible (LIGHT), y en solitario. Siempre buscando el mínimo y más ligero material acorde a mis condiciones y las condiciones de la montaña para realizar la actividad con total seguridad.
Hice, junto con mi compañero Imanol, una ascensión como primera toma de contacto con esa montaña en estado invernal que aunque no fue lo más «LIGHT» posible ya que no queríamos fallar en el ascenso y fuimos un poco más precavidos que lo que el minimalismo puro significa, sí fue una actividad muy «FAST», ya que por tener que cuadrar horarios, salimos de Bilbao a las 3:30 a.m., subimos y bajamos el Garmo sin perder ni un instante, y unas 14 horas después estamos cada uno en nuestra casa de Bilbao. Esta primera ascensión me dio una idea de las condiciones que me iba a encontrar y una idea del material que iba a necesitar y el tiempo que me iba a llevar la actividad.
Dos semanas después me plantaba un jueves a la noche en el balneario de Panticosa para pasar allí la noche en la furgoneta y hacer una doble ascensión el viernes y el sábado probando diferente material OS2O. Las condiciones habían cambiado en estas dos semanas ya que el tiempo era mucho más frío, la nieve estaría más transformada y no teníamos ese sol que pega desde primeras horas en toda la ruta de ascenso y descenso y que la va derritiendo muy deprisa. La idea era el viernes hacer una prueba con diferente material y decidir cuál sería el mínimo equipo y más ligero con el que podría desarrollar esa actividad con garantías.
Así, el viernes al amanecer me lanzaba desde el balneario equipado con los pantalones «Fast&Light«(260gr), camiseta «Warmfit Merino«(180gr), chaqueta «Glacier Skimo» (380gr), guantes interiores «Speed Lite Gloves« (50gr), guantes softshell «Warmfit Gloves«(150gr), Braga para cuello OS2O, Bandana OS2O para la cabeza, calcetines «Warmfit wool« y unas botas ligeras diseñadas para raquetas de nieve que me suelen venir bien para este tipo de actividad, ya que a pesar de no tener una buena tracción sobre hielo, el 90% del recorrido iba a tener que hacerse con crampones. Portaba una mochila de trail de 5l, en la que llevaba unos dátiles, una barrita energética, medio litro de agua dividido en dos bidones delanteros, un par de guantes de reserva, ya que las manos es mi punto débil y no puedo permitirme en una actividad como esta dejar de sentirlas, un piolet ultraligero y unos crampones ligeros de 10 puntas que tendría que portar en el primer tramo hasta salir del bosque y llegar a la cota donde empezaba el hielo.
Subí rápido, a ritmo constante y en completa soledad con la montaña, sin encontrar ni ver a ninguna persona en todo el trayecto tanto de subida como de bajada, lo que me sirvió para pensar en cuál sería el material definitivo que usar para llevar la ligereza al extremo. Además, esta filosofía se da mucho antes que el momento en el que empiezas a andar o a correr desde el punto de inicio de la ruta: el estilo Fast&Light aparece cuando comienzas a planificar el material que vas a portar intentando minimizar al máximo el peso y el volumen de la carga, teniendo en cuenta las condiciones de la ruta que tienes como objetivo y tus capacidades para llevarla a cabo. A mí, personalmente, esta parte me gusta mucho: el pensar que, a veces, simplemente unos gramos de menos y que seguramente no notarías a la hora de portarlos pueden ser claves para conseguir tu objetivo o tener que darte la vuelta, me parece una parte muy interesante de este «juego», y llevar ese compromiso al máximo exponente me parece una relación muy bonita con la montaña. Tanto es así que, personalmente, me gusta calcular hasta los mililitros de agua que llevo para la actividad teniendo en cuenta el tiempo que voy a emplear, la intensidad y el clima, y nunca me ha importado no conseguir el objetivo de una actividad porque jugando en este estilo, conseguir el objetivo no es lo más importante, y tanto si fallas como si aciertas, siempre es un continuo aprendizaje.
La noche del viernes dejé todo el material preparado para iniciar la actividad al amanecer. Decidí cambiar los pantalones Fast&Light por los Evo Pants, ya que había visto que la nieve estaba tan dura por el frío que no iba a haber problema de que hundieses mucho sobre ella, por lo que no necesitaba una impermeabilidad total que me ofrecen los pantalones Fast&Light. Así, con los Evo Pants ahorraba unos gramos de peso fiel a mí filosofía y me aseguraba un poco más de transpirabilidad de cara a la intensidad con la que iba a funcionar de principio a fin. Como primera capa superior volví a apostar por la Warmfit Merino (180g, ver presentación en acción) ya que aporta gran protección térmica, gran transpirabilidad y un secado muy rápido. Con esta primera capa tuve mis dudas si usar la nueva Airfit Hoodie, de solo 95g, con gran aporte de calor y una brutal transpirabilidad. Pero aunque esta prenda, que saca todo su esplendor a intensidades muy aeróbicas, podría ser suficiente durante la subida, podría no cubrir las necesidades térmicas durante la bajada donde el esfuerzo disminuye y el cuerpo no genera tanto calor. Las temperaturas irían desde los -4ºC al comenzar la actividad, hasta los -7 grados aproximadamente que habría en la cima, y seguramente me encontraría una temperatura muy agradable a la vuelta. Cambié la chaqueta Glacier Skimo (380g) por la Evo Jacket (300g), ya que como durante la actividad no iba a estar en estático en ningún momento, no iba a necesitar ese calor extra de la Glacier Skimo pero vendría bien ese plus de protección cortaviento de la Evo Jacket. Además, la Glacier Skimo aporta un rápido acceso a sus bolsillos delanteros donde guardo geles, barritas o dátiles. Pero esta vez los bolsillos irían vacíos ya que no iba a llevar ningún aporte energético. Repetiría con la combinación de guantes Speed Lite + Warmfit Gloves, y los complementos de braga (33g) y Bandana OS2O (21g).
Además, cambié las botas por unas zapatillas de trail con polaina incorporada pensadas más para snowrunning o Trail running invernal que, a pesar de aportarme menos protección contra el frío y menos impermeabilidad, las combinaría con unos calcetines con membrana; aunque no se puedan considerar «impermeables», serían una eficaz solución para evitar la entrada de nieve. Por debajo de estos calcetines, unos TOESOCKS TRAIL de dedos (trail midweight) como primera capa para conseguir transpiración en el pie y compensar el aporte de calor del cambio de calzado. Estás botas me iban a permitir pasar más rápido la zona del bosque donde un zigzag lleno de obstáculos, piedras y raíces, me limitaba mucho con unas botas más robustas, sobretodo en el descenso.
La mochila de Trail solo la llevaría para portar los crampones de acero de 10 puntas y el piolet ultraligero, el cual me serviría para ascender más rápido los últimos metros hasta la cima y, en caso de emergencia, por si durante el descenso había algún susto poder utilizarlo como freno. De hecho, esos 240g del piolet me aportarían la seguridad necesaria para permitirme descender antes: una prueba de que a veces unos gramos de más te permiten llegar a ser incluso más rápido. Finalmente, dos bidones delanteros con 200ml en cada uno sería suficiente para hidratarme.
Con esto y con mi perro como acompañante, que solo llevaba una capa de protección térmica e impermeable a la que yo he bautizado como la «EVO DOG»?, nos lanzamos a la aventura. En la primera parte de subida atravesando el zigzag del bosque, ya ese hizo notar el cambio de calzado y pude subir muy fluido hasta los 2000m, donde me tuve que poner los crampones. Estos crampones ligeros de correas aptos para casi cualquier tipo de bota o incluso zapatilla robusta de trail me llevaría unos 3min ponerlos. Esta acción, como podreís imaginar, también se entrena. Todo ello, con el objetivo de ir más rápido y reducir al máximo el tiempo expuesto al frío en estático. A partir de aquí restaba una subida constante de unos 3km y poco más de 1000m de ascenso, ya que los primeros 400m positivos nos los habíamos quitado antes de llegar a la nieve.
La mochila (200g), la cual se había aligerado 800g que ahora llevaba en los pies, solo portaba los 400ml de agua que poco a poco se iba reduciendo y los 240gr del piolet. Fue un ascenso constante, rápido y limpio, sin detenerse y sin ninguna complicación ni imprevisto. ¡En 1h39′ había ascendido al Garmo Negro en invierno! Me encanta la precisión de tener todo calculado. Pero la actividad no acaba en la cima. Es más, jamás me siento tranquilo cuando estoy en una cima, aunque las condiciones acompañen, y enseguida pienso en bajar y estar en un lugar completamente seguro.
Así que, de inmediato y tras un par de fotos de rigor empezamos el descenso. Las primeras rampas que son las verticales estaban muy heladas y tuve que descender con precaución, pero enseguida sentí que la nieve empezaba a ablandarse, lo que me permitió poder bajar corriendo con los crampones y hundirme mínimamente. Una pena mi lesión anterior, que me impidió arriesgar un poco más y me limitó para hacer una bajada al más puro estilo skyrunning, deslizándome sobre la nieve sin crampones, imitando una bajada con esquís. Aún así, la bajada fue muy rápida y en unos minutos tuve esa sensación de estar en un lugar seguro. Tanto es así, que descendí sin pausa hasta los 2200m de altitud donde ya pude seguir sin crampones.
Parada técnica y rápida, crampones a la mochila y seguimos trotando rumbo al bosque que nos lleve de nuevo hasta el principio de la ruta. La bajada por el bosque no pudo ser muy rápida ya que estaba lleno de obstáculos. Sin embargo, fue un descenso muy divertido y el acierto de usar este calzado más ligero me ayudo mucho a ganar unos minutos. Descender los 1400m de desnivel desde la cima del Garmo Negro hasta el refugio donde tenía aparcada la furgoneta fueron 45 minutos. Posiblemente la subida con hielo sí te pueda ralentilizar en comparación a hacerlo en época estival, pero la bajada por nieve, evitando la pedrera machacona que caracteriza esta zona, tal vez pueda resultar hasta más cómoda. Aún sobraron 100ml de agua, por seguridad. La satisfacción de retomar este tipo de actividades a mi estilo hace que ahora no me olvide de la «esencia» que me llevó a moverme rápido y ligero por la montaña y me comprometa conmigo mismo a realizar de aquí en adelante más actividades de este tipo.
DATOS TÉCNICOS:
- Distancia: 8,4km (4,2 de ascenso y 4,2 de descenso)
- Desnivel: 1400+, 1400-
- Tiempo Ascenso: 1h 39′
- Tiempo descenso: 45′
- Temperatura: entre -7ºC y +14ºC
MATERIAL UTILIZADO:
- Evo Pants: 285g
- Warmfit Merino: 180g
- Evo Jacket: 300g
- Speed Lite GLOVES: 50g
- Warmfit Gloves: 150g
- Braga OS2O: 33g
- Bandana OS2O: 21g
- Calcetines dedos trail midweight: 41g
TOTAL EQUIPO OS2O: 1060 gramos
Además:
- Calcetín 2ª capa impermeable: 64g
- Zapatillas snowrunning: 320g/zapatilla Crampones de acero 10 puntas: 800g
- Piolet ultraligero aluminio: 240g
- Mochila 5l: 220g
- 2 bidones con 200ml agua: 400g
TOTAL PESO ROPA Y MATERIAL: 3424 gramos
kubas
La «Evodog»!!!! Hahahahaha