Por Kiko Navarro del Equipo de Trail de OS2O
Desde hace 3 años muchos corredores marcan en su calendario el último fin de semana de Agosto. Está reservado para venir al Pirineo Aragonés y mas concretamente al Valle de Tena para correr la Ultra que lleva su nombre. Una fiesta del trail que año tras año gana adeptos, sus números no engañan; 800 participantes en sus tres modalidades, 80k, 42k y la nueva distancia 20k. Desde que en el año 2015 corriera la 1ª edición esta prueba me tiene enamorado.
Todo fluye para que se desarrolle en la mas absoluta perfección. Un escenario excepcional, lo primeros tres miles del Pirineo viniendo del Atlántico descansan aquí: Los Infiernos, Balaitus, Gran Facha etc…no en vano la mítica subida al Garmo Negro forma parte del recorrido que con sus 3004m de altura es el punto mas alto de la carrera. La organización es digna de elogiar con un centro coordinador que evoca grandes citas deportivas. Los directores de carrera, Óscar Pérez y Samuel Sánchez, dos consolidados corredores que saben lo que la gente busca y necesita en todo momento.
Más de un centenar de voluntarios de todo el valle, médicos, guías de alta montaña, hosteleros, 3 refugios de la Federación Aragonesa de Montaña implicados 100%…todo el mundo volcado con el evento.
Este año he vivido la Ultra desde tres miradas diferentes: He podido sentir los nervios como miembro de la organización mientras daba la charla de seguridad la tarde anterior a la carrera en el brifieng de la misma. He vivido la tristeza de un corredor por tener que retirarse… Dibujamos juntos desde la ventana del helicóptero toda la subida al Garmo mientras hacia su rescate. Y he notado ese hormigueo como corredor en la salida de la 20K junto a los casi 400 participantes.
Tres puntos diferentes por una misma causa: la montaña.
Atendiendo a la llamada de Óscar Pérez accedo gustosamente para formar parte del equipo que hablará el viernes en el brifieng de la Ultra la tarde anterior a la carrera. Mi tema: Seguridad
Quise darle dos enfoques diferentes, como corredor y como rescatador. En el primero de ellos hago hincapié en la necesidad de portar todo el material obligatorio. Hay que ser autosuficiente en todo momento. Recalco la importancia de la hidratación y nutrición en carrera, quizá uno de los secretos para acabar con una sonrisa en meta. Como rescatador expongo las evacuaciones que se han hecho los años anteriores y explico con detalle cómo se podían haber evitado. Coincide en todas que son fallos en la gestión de problemas en carreras que llevan al corredor a pasar de autosuficiente a tener que ser evacuado en helicóptero.
Mientras hablo veo las caras de los corredores que mañana estarán cumpliendo sus sueños, sus gestos les delatan, nervios a flor de piel.. Al igual que ellos y en el otro lado de la barrera esta la organización, también a ellos les delatan pero esta vez es una mezcla de emociones, cansancio.. muchas horas de trabajo encima, felicidad porque el día llegó. Quieren enseñar a todo el mundo su territorio, su mejor tesoro. Andar por él, sentirlo, vivirlo. No perdáis detalle pero sobre todo respetarlo, parecen decirles.
El sábado a las 6 de la mañana se da inicio a la Ultra y dos horas más tarde se hace lo mismo con su hermana menor, la maratón. Más de 400 corredores venidos de todas partes de España incluso de varias nacionales diferentes están disfrutando de correr por estos parajes. Esta vez mi misión en carrera es velar por la seguridad del corredor que necesite ser evacuado. Espero y deseo que la charla de ayer de resultados y no tengamos que salir a currar. Sobre las 10 de la mañana nos pasamos por el centro coordinador y nos informan que todo va bien. Tras una tensa calma a las 14:00 recibimos la llamada que no queríamos tener, un corredor tiene problemas con una rodilla. La bajada del Garmo le ha pasado factura. Cada paso que da nota fuertes pinchazos que le impiden continuar la marcha y decide retirarse, sabia decisión amigo. Además nos informan que está en el Refugio de Bachimaña. Será llegar y cargar..nada de ciclos de grúa ni apoyos parciales con el helicóptero. Sobre las 14:30 hace acto de presencia y subo con la tripulación, mis compañeros los pilotos hacia el refugio. Que suerte tenerlos, pienso, son unos virtuosos cuando la cosa se pone tensa…Tras un corto vuelo de cinco minutos nos posamos en la helisuperficie. El guarda del refugio acompaña al corredor retirado hasta las escaleras donde lo recibo con un: ¨Gracias Pepe, espero no volver a verte hoy…¨ Se ríe y nos damos un fuerte abrazo. Ya en el interior del Cuco como cariñosamente llamamos al helicóptero converso con el corredor. Me cuenta como ha decidido retirarse. Vemos una serpiente multicolor por el recorrido de la carrera dibujada por los participantes desde el aire. Noto en su rostro la tristeza por tener que abandonar. Quizá esta visión de rescatador sea la mas neutral de las tres, no voy juzgar ahora si el corredor falló en algo. Si su evacuación se podía haber evitado, no me lo planteo. Yo solo veo a una persona que necesite ayuda. Para eso entreno todos los días, ese es mi trabajo. Con la llegada de la noche llegaron las tormentas y la difícil decisión de hacer un corte de carrera severo por razones obvias de seguridad. Afortunadamente nadie mas tuvo ningún percance y ese fue el único servicio de ese día.
Y para cerrar esta trilogía no podía faltar mi cita con el dorsal el domingo. La nueva distancia de 20 kilómetros nos reunía a casi 400 corredores en la plaza de Panticosa poniendo un broche de oro al fin de semana. El recorrido como no podía ser de otra manera no defraudo a nadie. Una larga subida de 1400 metros de desnivel al Pico “El Verde” que como su nombre indica rebosa de un color verdoso por los cuatros costados para luego volver a “Panti” por todo el valle de la Ripera. En el plano deportivo no hay mejor para una carrera que se alineen los astros y la disputen buena gente y de calidad. Allí nos juntamos Raul Criado, Dani Osanz, Joseba Diaz, el que suscribe y unos cuantos más. Cada uno jugando sus cartas pero sin hacer trampas. Como buenos verticaleros Dani, Joseba y yo vamos marcando el ritmo y abriendo hueco con el pelotón en la subida.. Raul nos sigue de cerca pero en una zona donde el desnivel podría rondar los 30% se queda. Los 3 sabemos que tenemos que apretar los dientes para poder sacar algo de ventaja y hacer una bajada con garantías… pero nada más lejos de la realidad, como queríamos pretender hacer sombra a un hombre que baja 1000 metros de desnivel en 11 minutos… Solo nos queda disfrutar del espectáculo y verlo bajar con una facilidad asombrosa parecida a la de un sarrio.
Tras ver pasar a Raúl que a la postre sería el vencedor de la carrera voy encontrándome mejor y recupero el tercer puesto que ya no abandonaría hasta llegar a meta. Todo un espectáculo llegar al pueblo repleto de público.
Y aquí termina esta historia. He podido vivir toda la dimensión de una Ultra Trail. Me he sentido actor y director de una película a la vez.. Suerte la mía. He podido observar con mis propios ojos todo lo que hay dentro y fuera, lo de fuera a dentro. He podido distinguir claramente quién era quién en esta relato. Me he alejado un poco desde aire y he visto la grandeza de la montaña y la mezquindad del ser humano. Quizá piense que ya no me queda nada por vivir en esta historia pero en mi calendario del año que viene tengo marcado el último fin de semana de agosto, Mi Querida Valle de Tena pone con muyúsculas… Será porque se me han pasado muchas cosas por alto y no me he dado cuenta, será porque la montaña me quiere enseñar cosas que en esta edición me ha escondido…sea como sea “La Valle de Tena” ha vuelto a llamar a mi puerta.
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