Hay deportes que tienen la capacidad de exprimirte hasta lo mas profundo de tu ser, te hacen sacar la esencia de lo que en realidad somos mas allá de lo que se entiende como deporte. Todo tiene un principio y un final, en el Ultra Trail el final es el principio y es ahí donde empieza la verdadera carrera o aventura. En mi opinión las carreras Ultras deberían estar incluidas en lo que denominamos Deportes de Aventura.

Esa línea que separa lo físico de lo épico, la frontera entre lo racional y casi lo irracional, es lo que hace que te enamores de este deporte. Llegar, muchos llegan, cruzar esa línea… pocos.

A pesar de que seguimos corriendo, subiendo montañas increíbles y bajando cuestas imposibles, lo hacemos más por nuestros instintos animales, que por la fortaleza física que es obvio tenemos que tener. En esos momentos en lo que lo físico pasa a un segundo plano y entra en funcionamiento lo innato, lo instintivo, ahí es donde por lo menos yo disfruto, por eso  me considero un Utra Trail.

Ese es el  momento en el que  libras la mayor de las batallas, tu cerebro empieza a proyectar imágenes y sentimientos que hasta ese momento no habías sentido, es una lucha por la supervivencia en la cual se utilizaran todas las armas disponibles, que en este caso es la más poderosa, la imaginación.

Si físicamente la situación es sostenible, nuestro cerebro te transporta a otra dimensión que a veces es  irracional, dimensión en la cual te evades de la realidad y lo que vives es simplemente una película que te hará salir de esa situación sano y salvo. Nuestro cerebro activa un mecanismo de defensa en el cual no distingue si lo que esta pasando, si el peligro al que cree estas sometido es real o ficticio, no sabe si corres por placer o porque te persigue el “enemigo”, la consigna es sobrevivir y el hará todo lo que tenga a su alcance para que no pares de correr, esto claro que  siempre y cuando puedas hacerlo, que es en la mayoría de los casos.

Quién no ha sido Leónidas en las Termópilas, o Máximus en el Coliseum. Quién no ha oído esa música que precede a una gran batalla épica,  porque eso es el Ultra Trail: una batalla épica contra nosotros mismos y nuestros miedos.

 

Jamás vi deporte alguno en el cual entrase tanta gente llorando de emoción a la meta, jamás sentí en ningún deporte de los que he practicado esa sensación de victoria absoluta cuando cruzaba la meta después de haber estado corriendo más de 100km. A lo mejor no entiendes bien lo que estoy contando, pero seguro que si  es así, será porque a lo mejor nunca corriste una Ultra.

Llegar, ser finisher, terminar por tus propios medios algo que físicamente supera la normalidad, es una satisfacción que merece la pena sentir,  va mas allá de el logro deportivo, es el triunfo personal contra tu interior, es como saltar a la arena del Coliseum y a pesar de las heridas salir victorioso del combate, poder decir, viviré un día más, hice una Ultra más.