Por Oscar Sanmartín del Equipo de Alpinismo de OS2O
Hacía ya algún tiempo que teníamos un poco olvidada la rama más clásica del alpinismo. Elegir una montaña por su cima, altura, por ser majestuosa, emblemática en su zona, con historia y atacarla por su ruta más lógica, evitando en lo posible las dificultades. Así cambiamos un poco la obsesión por escudriñar cada línea de las montañas en busca del recorrido más difícil o retorcido sin dar importancia a la cima. Hay que hacer de todo y la verdad es que cada cierto tiempo apetece volver a los orígenes, a soñar con las cimas al más puro estilo Whymper. Buscábamos un lugar en los Alpes que no tuviera las masificaciones de otros macizos como Mont Blanc o Cervino, con posibilidades tanto de ascender un cuatromil emblemático como de escalada en roca y que cuadrara con la meteorología revuelta de la semana de agosto que teníamos libre.
Puede parecer, a priori, mucho pedir: cima emblemática y bonita, en un lugar más bien tranquilo, con la cifra famosa en metros sobre el nivel del mar de Alpes, con posibilidades de hacer escalada en roca y que además, por si no era suficiente, nos cuadrara su meteorología con nuestras vacaciones disponibles. Pero, de vez en cuando, la suerte se pone de tu lado y ¡voilá!
Así llegamos a la conclusión de que visitar el Parc Nationale des Ecrins podía ser el destino idóneo y como pudimos comprobar no nos equivocamos. Acampados menos de una semana en el camping de Ailefroide, epicentro del valle, pudimos disfrutar de todas las disciplinas que ofrece la montaña estival sin mover el coche ni un solo día. Escalada deportiva, escalada clásica, alpinismo en alta montaña y trail running. Además de las actividades que podemos hacer, resaltar que es la parte de los Alpes más cercana a España por lo que nos costará menos llegar, es ideal para estar tranquilos con niños, admiten mascotas, hacer barbacoas y en comparación con otros destinos alpinos es un lugar mucho menos masificado y más barato.
En cuanto a la escalada en roca las posibilidades son inacabables. Encontraremos guías de escalada de cada una de las disciplinas. En los alrededores del camping podremos disfrutar de lugares para la práctica de boulder, deportiva, vías de largos equipadas y escalada clásica.
En cuanto al alpinismo, La Barre des Ecrins montaña más alta del macizo de Ecrins, en la región de Provence Alpes-Cote dÁzur y el cuatro mil más cercano al Mediterráneo. Preside el Parque Nacional de Ecrins, uno de las reservas naturales de Alpes mejor conservadas. A diferencia de otras muchas partes de la cordillera ningún remonte mecánico nos ayudará en la ascensión de ésta montaña. Los 2300 metros de desnivel positivo que separa el parking de la cima correrán a cargo de nuestro esfuerzo, lo que a cambio nos permitirá disfrutar de paisajes de lo más diverso a lo largo de los 2 o 3 días que suele durar la actividad.
La ascensión comienza en los senderos todavía con vegetación cercanos al parking de Refuge Cèzanne, donde confluyen las cuencas glaciares Blanc y Noir, provenientes de las caras norte y sur de la Barre respectivamente. Al refugio de Glacier Blanc (2542m) llegaremos en unas 3 horas superando un importante desnivel por sendero. Recomendable dosificar el ritmo para que no nos pase factura el esfuerzo de este tramo más adelante o hacerlo en zapatillas para evitar roces con las botas al día siguiente. Desde el refugio Glacier Blanc al refugio Barre des Ecrins (3175m) se suele tardar unas 2 horas y el terreno ya presenta pedreras y recorrido glaciar por el lateral derecho de la colar del Glacier Blanc.
El Refugio Barre des Ecrins está unos 200 metros por encima del margen derecho del glaciar, frente a la cara Norte de la Barre, y ofrece unas vistas inmejorables del glaciar y la ruta normal. En nuestra visita de dos noches en medio de una tormentosa semana de agosto estuvimos muy a gusto. Tiene agua corriente, es amplio y limpio para ser un refugio de este tipo se estaba bastante tranquilo. Imagino que en otras condiciones de mejor meteorología se masificará un poco más pero no creo que demasiado.
La ruta de ascenso a la Barre es un recorrido muy estético y llamativo, uno de los más bonitos ascensos a un cuatromil de Alpes por ruta normal que he visto. La primera parte consiste en bajar de nuevo al glaciar y aproximar hasta la rampa de nieve 1,5 horas. La rampa de nieve con trazado en S es la parte más llamativa, no reviste dificultades en encordamiento glaciar pero si abundantes peligros objetivos por posibles desprendimientos o avalanchas. Mucho cuidado con el horario especialmente a principio de temporada cuando todavía queda bastante nieve reciente y el sol tiene su máxima verticalidad. Se recomienda madrugar para bajar a una hora prudente. Es posible que tengamos algún resalte inclinado dependiendo la acumulación de nieve en las grietas pero seguramente sigamos huella y no supongan muchas dificultades. Desde el inicio de la rampa hasta la brecha Lory contar con 2 ó 3 horas.
Desde la brecha Lory hasta la cima de la Barre disfrutaremos de una impresionante cresta que no debemos subestimar. Es sin duda una de las más espectaculares llegadas a cima de los Alpes. Dependiendo de nuestra habilidad en este terreno invertiremos en escalar la cresta entre 1 o 2 horas y no debemos olvidar que destrepar este tramo nos costará normalmente tanto como subir.
La cima de la Barre des Ecrins nos regalará unas vistas espectaculares desde el punto más alto del macizo. Un reencuentro con el alpinismo clásico que nos trae desde el fondo del valle hasta el punto más alto pasando por todos los paisajes que podemos encontrar aquí siempre en el más puro ambiente montañero y sin infraestructuras ni remontes que desmerezcan el entorno. Bonita actividad que junto con buena compañía nos puede dejar un inmejorable recuerdo de una actividad de este estilo.
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