Por Rubén Sanmartín, del OS2O Alpine Team,
El pasado mes de agosto, el Equipo Español femenino de Alpinismo (EEA) puso rumbo a la costa este de Groenlandia para establecer su campo base en el Mythic Circus con el objetivo aportar nuevas aperturas en este insólito paraje.
La expedición fue formada por Maialen Rojo, Amaia Segurola, Ruth Fornos, Júlia Casanovas, Ángela Altaba y Uxue izu, como componentes del equipo; Miriam Marco como directora, Juan Miguel Ponce como cámara, y Rubén Sanmartín, miembro del OS2O Team, como guía de la expedición.
En esta entrada del blog, Rubén nos explica la logística del viaje así como las escaladas realizadas por el equipo. Un viaje a un lugar tan remoto tiene mucho trabajo detrás, tanto por la recopilación de datos como por la logística a seguir. El lugar elegido fue el Mythic Circus, una preciosa formación granítica con paredes hasta de 1000 metros en el Fiordo de Kangertitivatsiaq, a 350 km de Kulusuk, el aeropuerto más cercano.
Datos importantes para futuras expediciones:
- Llevar todo el material y parte de la comida en avión puede alcanzar un coste realmente desmesurado. Para ello, la mejor opción es enviar un porte en barco con una antelación de dos meses, y rezar para que te lo recepcionen y guarden en el minúsculo puerto de Kulusuk.
- En un inicio, se valoró la opción de alquilar un velero y un capitán de barco en el norte de Islandia, pero además de ser difícil conseguirlo, el viaje de una semana para llegar al Mythic Circus y otra semana para volver, nos hizo desistir de esta alternativa.
- Para poder explorar otras paredes fuera del circo, es aconsejable llevar packraft (barcas inflables de una persona bastante estables y con capacidad de carga).
- Una vez en Kulusuk, debemos hablar con la población local para que nos alquilen un rifle, norma obligada, a pesar de que en verano es difícil que veamos osos.
- Kulusuk cuenta con una zona de acampada gratuita: además, nos podemos abastecer de agua en el mismo lugar que los habitantes del pueblo, ya que pocas casas cuentan con agua corriente.
- Otras opciones para albergarse son el hotel de Kulusuk (precio muy elevado), o las casas de habitantes del pueblo, que estarán encantados de acogernos a un módico precio.
- La entrada al fiordo por el mar solo suele ser posible desde julio, debido a que antes acostumbra a estar lleno de icebergs que imposibilitan el acceso.
Para llegar hasta aquí volamos a Kulusuk, un pueblo de 200 habitantes con el único aeropuerto de la costa sureste de Groelandia.
Al día siguiente, dos barcas nos pasaron a recoger para emprender un viaje hacia el note de 350 km y casi 6 horas hasta Kangertitivatsiaq Fjord.
Una vez desembarcado todo el material, toca portear unos 200 metros de desnivel hasta la zona que montaremos el campo base, teniendo que realizar unos 4 o 5 porteos por persona, ya que llevamos todo lo necesario para pasar unos 30 días en este campamento.
Los primeros días estuvieron dedicados al reconocimiento de la zona, en busca de paredes y líneas para abrir. Un grupo se desplazó con los packraft por el fiordo de Sangmiligt para visualizar otras paredes y reconocer la zona.
El otro grupo, puso rumbo al espolón sureste del Pico Aurora (1.451 m), donde abrieron una nueva ruta «El espolón de las zorras» (1.000 m, V+) hasta la cima, y enlazaron esta vía con la Tortures Traverse, una larga travesía de roca mala y escasa dificultad técnica abierta por M. Bunn y M. Royer en 2012. Una actividad non stop en la que Júlia Casanovas, Ruth Fornós, Ángela Altaba y Rubén Sanmartín invirtieron 22 h de campo base a campo base.
Dos días después, el equipo se desplazó con los packraft por el fiordo de Sangmiligt, para realizar un campo avanzado a la Hidden Tower (Issertvgaq qaqqaq). Un largo porteo con bastante desnivel, en el que el equipo desplazó el material necesario para pasar los siguientes tres días.
Al día siguiente, Maialen Rojo, Uxue Loizu y Rubén Sanmartín realizaron la apertura de Fumantxus (400 m, 7a, R3), en la Hidden Tower, mientras Amaia Segurola, Ángela Altaba y Miriam Marco repetían Assambling Tupilak (450 m, 5.10), abierta también por Bunn y Royer.
La madrugada siguiente, mientras la otra parte del equipo descansaba, Júlia Casanovas, Ruth Fornós y Rubén Sanmartín se adentraron hasta el fondo del glaciar para abrir una de las rutas técnicamente más difíciles de la expedición, Lady Garsa (325 m, 7a R3), que asciende a la denominada Punta Juanillo.
De regreso en el campo base del Mythic Cirque, el equipo aprovechó para descansar y plantear nuevos objetivos. Finalmente, nos dividimos en dos grupos: Ángela Altaba, Maialen Rojo y Ruth Fornós se dirigieron a un sistema de fisuras y diedros de la Fathers Tower o Ataatap (1.350 m), donde invirtieron cuatro días en la apertura de La Jubi (600 m, 7a RS3).
Mientras tanto, el resto se desplazó en packraft hasta el glaciar posterior del Mythic Cirque, donde se propusieron abrir en la Borsh Soup Tower, ascendida por primera vez en 2021, por Nico Favresse, Aleksej Jaruta y Jean-Louis Wertz. Allí, realizaron dos aperturas en el día: por un lado, Amaia Segurola y Rubén Sanmartín firmaban Gure gidari (600 m, 6c R3), mientras por el otro, Júlia Casanovas y Uxue Loizu completaban Izur askea (600 m, 6c R2).
De nuevo, en la zona del Campo Base, Uxue Loizu, Júlia Casanovas y Rubén Sanmartín fijan sus objetivos en una línea de la Fathers Tower en la que, tras escalar una jornada, ven que esta línea ya está abierta en artificial, pudiendo corroborar los datos de la apertura a la vuelta, dicha vía pertenece a Philippe Batoux, Lionel Daudet, Patrick Wagnon (2018), abierta en artificial durante 10 jornadas.
Aun así, el equipo continuó con su idea, pero el segundo día de escalada, tras varios intentos de escalar en libre variantes a largos de artificial severo, el equipo desistió por falta de material y decidió cambiarse a la recién abierta La Jubi, para poder seguir escalando la pared y continuar en la parte superior por Buit Fjord Toug (Mike Libecki y Ethan Pringle, 2012).
De esta manera pudieron disfrutar de mil metros de increíble escalada en un entorno espectacular hasta la cumbre de la Fathers Tower. Mientras, Amaia Segurola y Miriam Marco, junto a Fay Manners y Michelle Dvorak, se dirigieron con los packrafts a través del fiordo de Sammileq para llegar hasta la zona de la Chastety Tower, donde las españolas iniciaron una ruta que finalmente quedó sin completar.
Tras unos días de mal tiempo, todavía tuvieron ocasión de abrir un par más de vías. Ángela Altaba, Ruth Fornos y Rubén Sanmartín se dirigieron de nuevo a la Fathers Tower para trazar Rostoll verbenero (750 m, 6c+, R3). Mientras que Amaia Segurola y Uxue Loizu optaron por ir a explorar a pie la cara sur de la Aguja Damocles y realizar la apertura de Aukera Azken (200 m, 6b).
A continuación, la previsión auguraba la entrada de una borrasca, que hizo adelantar los planes de regreso de la expedición un par de días. Los vientos huracanados del noreste sorprendieron al equipo ya en el pueblo de Kulusuk, donde los vecinos les brindaron refugio en su centro social. Pasada la tormenta, las deportistas emprendieron el viaje de regreso a casa.
La expedición tuvo muy presente a nuestra compañera Amaia Aguirre. Amaia, además de integrante del EEA y del OS2O Team, fue y será un gran referente para todas sus compañeras, así como para todo el mundo que tuvo la suerte de conocerle y compartir aventuras con ella. A ella, a Amaia, se le dedicaron las vías:
–La Jubi (600 m, 7a RS3)
–Gure gidari (600 m, 6c R3)
–Izur askea (600 m, 6c R2)
–Aukera Azken (200 m, 6b)
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