La personalidad de los deportistas de montaña

por Hugo Ramos y Ángela González

Investigadores en Deportes de Montaña. Universidad de León. Instituto de Biomedicina de la Universidad de León (BIOMED). Unidad de Investigación ”Ejercicio, Salud y calidad de Vida”.

Antes éramos llamados comúnmente “montañeros”, ya hicieses únicamente senderismo o fueses más intrépido y practicases varias modalidades deportivas de montaña, a ojos de la mayoría de la sociedad, eras uno de esos “montañeros” que cuando tenían un rato libre, o de fin de semana, se iban “por ahí”, “al monte”. Hoy en día, con la reglamentación de las modalidades deportivas, principalmente debido a dos razones; por un lado la creación, fomento y desarrollo de las competiciones deportivas; y por otro lado,  la categorización y fijación de baremos de dificultad para cada deporte; ha hecho que hablemos de Deportistas de Montaña, y dejemos atrás el concepto de “montañeros”.

 

Ya no es un concepto único que engloba a muchos, sino que cada deportista es denominado en función de la modalidad deportiva que practica. Podemos distinguir entre barranquistas, escaladores, alpinistas, esquiadores, espeleólogos, corredores de montaña… por citar algunos, entre otros muchos. Conceptos y denominaciones diferentes, aunque lo más normal es que podamos relacionar varias de estas denominaciones con la misma persona, ya que si te gusta el deporte, y te gusta la montaña, no sueles limitarte a practicar sólo una. Pero en el fondo, cada deportista es inigualable, con diferentes cualidades y características, pues cada persona es única e irrepetible.

Pero algo habrá, algo que a todos esos deportistas les atrae de la misma forma. Podría ser simplemente el hecho de que les guste el deporte, el practicarlo en soledad o acompañados de más compañeros, que les guste el sentimiento de fatiga, la sensación de esfuerzo, o la recompensa de superar metas y lograr objetivos; pero hay algo más,  existe un punto en común, clave para el desarrollo de su práctica deportiva, que es su localización, el lugar donde cada uno de ellos hace deporte, es decir, el medio natural: La Montaña.

Lo que hace un tiempo se nos ocurrió plantearnos, mientras un día descansábamos a pie de vía, fue que algo tiene que haber, algún aspecto en común más profundo, algún rasgo de la personalidad por el cual te sientas atraído más, o menos, por la montaña. Es decir, ¿qué tienen en común todos los deportistas de montaña? y también ¿qué no tienen en común con otros deportistas que prefieren realizar deporte en el ámbito urbano? Para ello tomamos la idea de trazar un perfil de personalidad, mediante el cual encontrar aspectos comunes a todos los deportistas, de forma que pudiésemos concretar cuatro pinceladas de la personalidad de los deportistas de montaña que se manifestaran en la gran mayoría.

Nos basamos en la teoría de Eysenck, el cual entiende la personalidad como un conjunto de rasgos, los cuales difícilmente se cambian una vez el individuo ha madurado física y mentalmente, y los ha asumido como rasgos propios de su personalidad. Se contactó con numerosos deportistas de diferentes modalidades deportivas de montaña, y otros tantos de modalidades deportivas urbanas. Tras hacer los análisis y comparar los resultados, ¿qué obtuvimos? ¿Crees que encontramos diferencias?

Es muy osado decir que los deportistas de montaña son diferentes al resto de deportistas, pero algo encontramos, algo diferente hay, y no fuimos los primeros, ya que en otros países europeos, no sé si descansando a pie de vía, en la cima de una montaña o tomando un café, a alguien más también se le había ocurrido esta idea.

Gracias al generoso número de deportistas que sirven como muestra representativa del “gremio”, pudimos establecer una serie de cualidades presentes en la mayoría de ellos, pudiendo de esta forma desarrollar un pequeño perfil de los deportistas de montaña.

Con toda prudencia, nos atrevemos a decir que, la mayoría de los deportistas de montaña se caracterizan por ser personas equilibradas psicológicamente, que muestran sus emociones pero también las saben controlar, es decir, son emocionalmente estables, también son racionales, con empatía hacia los demás y cierta atracción por las cosas raras y extravagantes. Estadísticamente, los deportistas de montaña se diferencian con otros deportistas de modalidades más urbanas, en que tienden a ser más extrovertidos, “más centrados en el mundo, espontáneos y abiertos”.

Por otro lado, no se encontraron diferencias en otros aspectos estudiados, dentro del perfil de personalidad, como la estabilidad emocional, o la posibilidad de padecer, en mayor o menor grado, un trastorno psicológico.

Por tanto, ahí está, con esta pequeña pincelada de conocimiento nos obsequió el trabajo desarrollado a partir de aquella inquietud que tuvimos.

Como es lógico, todos los deportistas practicantes de deportes de montaña, se pueden sentir identificados o no con esta descripción, pero realmente creemos que no está muy alejada de la realidad, y esperamos que cada uno de vosotros pueda pararse a pensar, y reflexionar sobre si él mismo y la gente que le rodea  puede sentirse identificada con estas características.

Y para no dejar las cosas así, y simplemente conformarnos con lo analizado, seguimos pensando, se nos siguen planteando cuestiones en los lugares y situaciones más inesperados, a las cuales nos encantaría dar respuesta. Por ello, en base a los anteriores artículos sobre la ansiedad y el estrés que acostumbran a gestionar los deportistas de montaña, queremos introduciros a continuación en algo nuevo, el concepto de Personalidad Resistente.

Como su propio nombre indica está vinculado por un lado a la personalidad, a la forma de ser, sentir y hacer de cada uno/a, y por otro lado, a la capacidad de resistir. Pero ¿de resistir qué? Pues de resistir el estrés de la vida cotidiana.

La personalidad resistente es un concepto por el cual se define la capacidad que tiene una persona de gestionar y sobrellevar el estrés de la vida cotidiana. Una mayor personalidad resistente está reconocida como un marcador de protección de la salud contra las enfermedades generadas por el estrés y la ansiedad de la vida cotidiana (trabajo, amor, enfermedad, pérdida de seres queridos, dinero, etc.).

Como todo constructo de la personalidad, cada uno, cada persona, tiene una capacidad determinada de personalidad resistente en función de las vivencias y experiencias formadas en las etapas más tempranas de la vida, en las que se forja y determina la personalidad. El mayor o menor grado de personalidad resistente de una persona vendrá indicado por la capacidad de superación de los problemas de la vida cotidiana.

Este constructo está formado por tres cualidades clave, que se manifiestan ante los diferentes problemas o situaciones que la vida nos presenta, estos son: El compromiso, entendido como la capacidad de una persona de no darse por vencido o renunciar bajo situaciones de gran estrés y presión, hasta superar el escoyo. El control, entendido como la capacidad de tomar las riendas para solucionar el problema o situación que se plantee, sin dejar que otro los solucione por ti, ni dejándose “llevar por la corriente”. Y por último, el reto o desafío, que se refiere a la creencia de las personas de que el cambio, y no la estabilidad, es una característica habitual y natural en la vida. Esta creencia y sentimiento hace que los cambios no produzcan un efecto negativo sobre la persona y se disminuyen las consecuencias nocivas. Todo cambio, reto o desafío que le plantea la vida al sujeto, se ve como una posibilidad de crecer como persona, y no como “una piedra en el camino”.

Nuestro próximo objetivo, del cual esperamos haceros participes lo más pronto posible, busca comprobar si los deportistas de montaña se caracterizan por tener una notable personalidad resistente al estar acostumbrados a estar bajo situaciones de estrés y ansiedad durante la práctica de su actividad deportiva, de tal forma que esto les ayude también a sobrellevar mejor dicho estrés de la vida diaria.

¿Creéis que puede ser así?

 

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4 comentarios

  1. Jorge Fernandez

    Soy Guía de Montaña y monitor de esquí con experiencia en ambos.

    Afirmo que los esquiadores son gente muchísimo mas alegres y con menos «rollos» mentales que los montañeros los cuales se caracterizan por creerse a si mismos algo superiores a los que no son de montaña. En pocas palabras, tiene complejo de inferioridad y tienen que ir demostrando continuamente.

    Creo que es consecuencia de la cantidad de horas que pasan solos y de la poca relación con la sociedad (solo se relacionan con los arboles).

    Asimismo, he constatado que los montañeros son aquellos que no han tenido posibilidad de esquiar ya sea por motivos económicos ya sea por motivos de falta de cualidades para el esquí.

  2. Estoy de acuerdo con Víctor, los resultados encajan, pero es muy interesante que se contrasten en un estudio.

    Deseando leer más, creo que tampoco nos sorprenderemos con la personalidad resistente. Supongo que sí será algo común en los deportistas de montaña, al igual que en los de ultrafondo.

    Espero que os sigan surgiendo muchas más dudas a pie de vía.

  3. Muy buena entrada sin duda. Lo único que echo en falta son referencias bibliográficas y datos de cómo fue hecho el estudio. También de si hay estudios similares para deportistas de otras modalidades que no sean de montaña, ya que creo que algunas de esas características son comunes al deporte en general.

    Los resultados no me sorprenden en absoluto aunque creo que es muy interesante que alguien se haya preocupado de estudiarlo.Y la continuación del estudio me parece aún más interesante si cabe.

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