Existen varias modalidades de escalada en roca pero con diferencia la que más satisface a los alpinistas es la escalada de aventura en montaña. En este tipo de escalada los escaladores tienen un principio fundamental y es adaptarse al entorno antes que adaptar el entorno a las necesidades propias.
Para este fin se utilizan los denominados seguros flotantes, es decir, elementos de protección que el escalador introduce en la roca para que en caso de caída le aguante el vuelo, saque, chupinazo, tortazo o como se le quiera llamar.
Posteriormente son retirados y la roca se queda en el mismo estado en la que la hemos encontrado. Esta es una escalada con un carácter más psicológico y cada uno se pone sus límites sintiendo una u otra cosa cuánto más cerca o más lejos nos encontremos respecto a nuestro grado técnico de confort.
En montaña no sólo hay que trabajar desde un punto de vista físico (fuerza, resistencia, velocidad, flexibilidad, potencia y agilidad) sino que deberemos tener en cuenta otras cosas, también importantes como el compromiso, la psicología en cuanto a la motivación, la incertidumbre y la superación del miedo, la técnica y la táctica o estrategia que seguiremos para completar con garantías la actividad.
El caso es que con este marco, el OS2O Alpine Team ha viajado al Midi d´Ossau a practicar un poco de este juego apasionante en una roca pseudogranítica. Podríamos comparar esta montaña perfectamente con el Matterhorn de los Alpes suizos. Dos montañas con identidad propia y con dificultad en todas sus vertientes.
La vía normal al Midi d´Ossau exigirá alguna trepada de III-IVº. El Midi es un terreno de juego perdedor y ningún descenso es sencillo por lo que resultará clave descubrir sus paredes con cautela y con precaución. Un laberinto de roca en la que se alzan enormes gendarmes. Un caos rocoso de dimensiones colosales con diferentes cimas y corredores.
Sin lugar a dudas uno de los símbolos pirenaicos más importantes en el que tenemos la suerte de poder escalar una cantidad interesante de itinerarios de calidad. Hablar del Midi y no citar nombres a modo de agradecimiento sería injusto para unos hombres que abrieron y siguen abriendo un camino hacia lo imposible. Desde aquí y de todo corazón gracias a esos hermanos Jean y Pierre Ravier, Grenier, Jolly, Bellefon, Despiau, Mailly, Santé, Bunny, Cristhian, Thivel, Martín y tantos otros que nos han dejado y nos dejan una interesante colección de experiencias vitales escritas en los miles de metros de roca de esta magnífica montaña.
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