Ranero: La aventura cerca de casa

Por Kapi del OS2O Alpine Team

Las paredes de Ranero en el Vizcaíno valle de Karrantza son a día de hoy uno de los pocos lugares donde se pueden encontrar escaladas en terreno de aventura y autoprotección cerca de Bilbao. En este post os descubrimos todas las claves para poder visitar y disfrutar de esta zona calcárea de gran calidad.

Ranero. Escalada en roca.

Vista de algunas las paredes de Ranero

En el límite geográfico de la provincia de Bizkaia con Cantabria y a menos de una hora de Bilbao se encuentra el valle de Karrantza, donde se encuentran las impresionantes paredes calcáreas de Ranero.  Son paredes verticales y compactas de entre 100 y 250 metros de altura y que se extienden a la par de la carretera general que une Karrantza con Ramales de la Victoria durante más de un kilometro.

La escalada en estas  paredes no es algo nuevo ya que las primeras aperturas de vías se remontan a los años 80, cuando algunos escaladores sobre todo bilbaínos se acercaron a conocer e intentar conquistar esos muros compactos y verticales. Con los medios y estilos de la época, en 1980 se abrió la primera vía de la pared “Durduz” que surca por el medio la impresionante pared del descargadero, una verdadera gesta para la época.  Aunque los diedros y chimeneas eran las líneas más lógicas y las que primero se intentaban escalar en aquel entonces, esta vía tiene en su parte superior unas placas compactas de gotas de agua que ha día de hoy y aún estando reequipadas con parabolts (antiguamente con buriles caseros), siguen siendo un buen examen para la mayoría de repetidores que suelen utilizar la escalada artificial para poder pasar.

Tras esta primera vía en 1984  llegarían “Gautxori” y “Sorgin Zuria”, dos vías de corte más clásico  que recorren diedros y fisuras evidentes. No merece la pena despreciarlas ni olvidarlas. Sobre “Gautxori” que aunque con clavos muy viejos y  en estado muy peligroso, recorre unas buenas fisuras y diedros verticales protegibles con friends. Con dificultades mantenidas de 6B, una línea muy elegante y sorprendente para el año en el que fue abierta.

Cordada en “Gautxori” en 2015

Cordada en “Gautxori” en 2015

La actividad en la zona durante muchos años se limitó a escasas repeticiones de las vías ya abiertas  y que prácticamente quedaron en el olvido. Los escaladores de la época se centraron en otras paredes. Hasta que en el año 2001 se abrió “Gabarra galáctica”, iniciándose así la verdadera revolución de las paredes de Ranero con un continuo goteo de aperturas hasta el día de hoy donde podemos encontrar una treintena de recorridos en terreno de aventura y con una roca excepcional.

Con nuevos y mejores materiales y sobre todo gracias a la aparición del taladro y los parabolts, nuevas generaciones de escaladores comenzaron a abrir vías por muros y paños más compactos. Eso sí siempre manteniendo el espíritu y la filosofía de los primeros aperturistas, abriendo desde abajo y utilizando solo las chapas cuando no se puede proteger con piezas flotantes como friends o fisureros. Dejando así una zona para la escalada en pared y de autoprotección, cerca de casa sí pero lejos de modas y masificaciones, donde al escalar cualquiera de sus vías  tendrás sensaciones similares a otras escaladas de algunas paredes de renombre de Picos de Europa o Pirineos.

Ranero

Katrin en una aérea y espectacular travesía de la “Gabarra galáctica”

Ranero

Vista panorámica con todas las vías hasta la fecha

Entre las casi 30 vías abiertas en la zona, podemos encontrar prácticamente de todo. Dependiendo de los aperturistas el grado, la exposición y el compromiso que encontremos será mayor o menor, algunas con bastantes parabolts o que se protegen muy bien y el grado es asequible y otras con grados más altos, pocas chapas o escasas posibilidades de autoprotección que ya se han convertido en grandes clásicas modernas de séptimo grado. Incluso para los más fuertes escaladores tapieros podrán ponerse a prueba en algunas vía con grados obligados muy altos y con una exposición que ha hecho que aún no hayan sido repetidas. Como es el caso de “Enemigos ideológicos” de Ruben Zaza, un gran reto y una línea que con sólo mirarla se te erizan los pelos y te tiemblan las piernas.

Ranero

Txefe abriendo “Dent du caimán” 2010

En Ranero hay para todos los gustos, eso sí, no hay ninguna vía de iniciación a pared o que no requiera cierta experiencia en este terreno y no se tenga superado el V+ de autoprotección. La vía más fácil a día de hoy será “Maiatzak 14” con una largo de sexto grado y muy poco equipada, pero agradable y bonita para iniciados en pared donde poder usar un buen surtido de piezas. Después encontramos algunas muy repetidas y asequibles como “In decrescendo”, “Dent du caimán”, “Gabarra galáctica” o “El hombre de las tabernas” entre otras que suelen ser las más visitadas y escogidas para una primera visita a la zona.

Todas las vías de Ranero tienen algo diferente entre ellas y no podría hacer una selección de las mejores, pero hay unas cuantas muy buenas, incluso diría que son pequeñas grandes joyas de la escalada en pared. Algunos largos no tienen nada que envidiar a otras vías más conocidas y codiciadas del Pirineo. Si te gustó “Petit Bombón” en Peña Montañesa, aquí encontraras alguna como “Beti bakarrik” que te sorprenderá.

Hay vías con largos de todos los estilos y muy variados, de placa de regletas y gotas de agua, desplomes con canto, muros con agujeros, chorreras, chimeneas, fisuras de empotrar, roca tipo coral, diedros clásicos, desplomados e incluso algún que otro offwich. Y como en toda pared que se precie, largos rotos, cutres, herbosos, sucios o con bloques sueltos y tramos peligrosos que también los tiene. Así que como siempre habrá que tantear bien la roca y escalar con delicadeza en algunas zonas.

La delicadeza también habrá que emplearla en algunos largos de gotas de agua, si no quieres terminar con la piel de tus manos destrozada. Con una caliza excelente y abrasiva que en ocasiones puede ser peligrosamente buena. Si en esos largos no vas fino y te echas a por cualquier canto, es como si te mordiese un cocodrilo. Es de ahí donde viene el nombre de “Dent du caimán” por las afiladas goteras del muro vertical de su tercer largo que es antológico.

Ranero.

Gudino en “Beti bakarrik” 7A+, una de las vías de referencia en Ranero

En Ranero casi todas las vías suelen tener equipadas las reuniones con parabolts mientras que algunas más antiguas tendrán clavos. Respecto al equipamiento de los largos dependerá del aperturista y la vía pero sobre todo veremos chapas en las placas más compactas y la mayoría de fisuras o zonas protegibles estarán limpias. Los clavos también podremos verlos en las vías nuevas pero cada vez se usan  menos, así que habrá que tener mucho cuidado y no fiarse de los clavos de las más antiguas que algunos están en muy mal estado. Es por ello que siempre habrá que llevar a todas las vías material de protección flotante como son friends, microfriends y fisureros. Algunas incluso exigen repetir todos los friends grandes y llevar hasta el nº5 como es “El Tardío”. Una vía con un recorrido muy evidente a base de diedros y fisuras muy anchas. No se repite mucho y es una pena ya que hay zonas de musgo, que sin repeticiones más habituales puede hacer que caiga en el olvido.

Ranero

Desde fisuras enormes a placas de gotas, regletas e incluso adherencias.

No hay que olvidarse de lo más importante y fundamental que es el agradecimiento a los aperturistas de todas las vías que hay en Ranero ya que sin su trabajo y dedicación no tendríamos este lugar donde poder encontrar un poco de incertidumbre y aventura en la escalada de sus paredes. Son muchas las personas que han colaborado o abierto alguna vía entre los cuales yo me incluyo, pero otros como Peri, Luismi, Txirrita, Aritzio o Kepa han sido algunos de los incansables y continuos aperturistas de la zona.

Ranero.

“La magia de Ikur” una de las últimas vías abiertas y aún por liberar 7B+?

El ritmo y la pasión aperturista no ha parado, es más, en los dos últimos años se han abierto unas cuantas líneas nuevas y es posible ver alguna cordada de vez en cuando. Hace unos años lo habitual era no encontrar a nadie en las paredes, lo que aumentaba la sensación de aventura y soledad. Gracias a la dureza, la fama y la exposición de algunas de sus rutas, nunca llegara a convertirse en un sector de moda, ni tampoco a masificarse y esperemos que así siga.

Ranero ahora mismo es una de las pocas paredes en Bizkaia donde no hay vías deportivas, ya que las paredes de referencia como Ogoño o Atxarte están completamente reequipadas y se han convertido en escuelas de escalada deportiva de varios largos, donde las posibilidades de escalar o abrir en un estilo más limpio o con el uso de material flotante es bastante difícil.

Ranero

Gudino consultando el croquis en “Sartenatti per tutti” 7A de navegar

En Ranero aún hay algunos paños bastante buenos y poco explorados donde pueden salir algunas vías buenas y sobre todo algunas de ellas bastante duras. Es por ello que en la zona existe una ética a la hora de nuevas aperturas, la de intentar no meter demasiados parabolts para no coser en exceso la pared y que haya que ingeniárselas un poco para poder proteger adecuadamente.

Ranero

Ibai Isusi en “El hombre de las tabernas”

Ranero

Una cordada en “Gabarra galáctica”

Ranero

En “Vida normal” con la Summit Insulation Jacket en pleno invierno

Respecto a la época idónea de escalada, solo decir que son paredes orientadas al suroeste y tendremos un poco de sombra a la mañana. Pero deberemos evitar en la medida de lo posible el verano y los días más calurosos de primavera y otoño, ya que son unas paredes que retienen bastante el calor y al ser una escalada de técnica de pies y de caliza abrasiva, escalar con mucho calor puede ser muy desagradable y desaconsejado. En invierno se escala muy a gusto con algo de ropa y es la mejor época, siempre y cuando no estén mojadas las paredes, que aunque aquí llueve bastante, su caliza muy porosa  seca rápidamente y con una par de días sin lluvia seguro que podremos escalar.

Ranero

Pared del Descargadero

Para bajarnos de la pared una vez terminada la vía elegida tenemos varias opciones: se puede rapelar por el descargadero o por alguna otra vía equipada para ello o volver andando a las Cuevas de Pozalagua, si es que hemos aproximado desde allí. Encontraremos dos aproximaciones diferentes para acercarnos a la pared, una desde las famosas Cuevas de Pozalagua donde encontraremos un amplio parking, si es que vamos a la pared del Mirón. Y otra bien diferente y más indicada para la zona del Descargadero, que sale desde unos caseríos paralelos a la carretera general a los que se accede por una pequeña pista asfaltada. La primera es más tranquila y va bordeando las paredes, mientras que la segunda sube directa desde la carretera pero es más rápida y cómoda sobre todo para la vuelta.

Ranero

Para conseguir más información, en internet encontraréis de todo en algunos blogs personales, entre ellos el mío kapibloga.blogspot.com donde tengo colgados croquis, fotos y descripciones de todas las vías que voy escalando y de donde obtendréis una valiosa información en caso de querer conocer la zona más a fondo.

Ranero bien merece una visita y aunque sus paredes no son demasiado largas, podremos pasar un agradable día de escalada en terreno de aventura en un sitio bonito, tranquilo y de buena calidad. Sin olvidar lo que tenemos a tan solo 20 minutos de distancia, algunas grandes escuelas de escalada como son Ramales de la Victoria y Turtzioz con las que completar un buen fin de semana.

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2 comentarios

  1. Vaya pinta tienen esas vias y esa roca! A ver si no pasa de este año conocer este guapo rincón 😉

  2. Qué guapo Kapi!!!! Mola un montón el sitio

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