Hablar de OS2O y de FAST&LIGHT es casi redundante, pues es el estilo que constituye el ADN de OS2O, pero como nos gusta tanto disfrutar de movernos libres y fluidos por las montañas, no nos cansamos de hablar de la filosofía que mejor nos permite hacerlo.

Los alpinistas somos soñadores casi por definición y, como no nos vale solo subir a las cimas sino que tenemos que hacerlo por algún sitio que nos suponga un reto o nos parezca estético o, mejor aún, ambas cosas, nos pasamos el día dibujando líneas en nuestra cabeza y soñando despiertos con nuestras escaladas. El Pirineo es sin duda el mejor escenario en el que dejar correr nuestra imaginación sin tener que alejarnos demasiado de casa. Una cordillera lo suficientemente grande como para que las posibilidades sean infinitas y lo suficientemente pequeña y cercana como para permitir llevar nuestra ambición de ligereza y minimalismo a la máxima expresión, en un proyecto a largo plazo que hemos llamado #PirineosFastandlight.

Indra de Castro en un ascenso FAST&LIGHT en el Pirineo

Desde el punto de vista del alpinismo, el concepto FAST&LIGHT está lejos de ser una competición por conseguir los mejores tiempos, o un intento de deporte de alta intensidad donde el lactato sature nuestros músculos hasta dejarnos exhaustos. La escalada alpina, especialmente en condiciones invernales, es una actividad con suficiente complejidad y peligrosidad como para afrontarla bajo los estándares competitivos de otros deportes pero, si no es para competir… ¿de dónde viene esa obsesión por la ligereza? Para nosotros prescindir de lo innecesario, contar con un material altamente funcional y ligero, y optimizar nuestra preparación física y técnica supone la puerta para disfrutar al máximo de lo que hacemos, enfrentarnos cara a cara con las vías y movernos de la manera más eficiente que sabemos, fundiéndonos con la actividad, saliendo siempre del fondo de valle, alcanzando una cima por una de sus estéticas líneas y volviendo ligeros de nuevo al valle. No hay vivacs ni logísticas pesadas, ni porteos tediosos: solo hay escalada y escaladores. Simple, puro, sencillo, intenso. 

Con este estilo en mente hemos escogido nuestros retos del proyecto #PirineosFastandlight para este invierno del 2023. Vías que en estilo tradicional suelen hacerse con una parada para dormir en un vivac o un refugio, pero que trataremos de hacer en el día, siempre valle-cima-valle. Los retos elegidos son los siguientes:

1. Arista del Peyreget al Petit Pic del Midi d’Ossau:

El Midi d’Ossau es probablemente uno de los destinos alpinos más destacados del Pirineo, tanto por sus vías en verano como por las posibilidades de ofrece en invierno, así que no nos podía faltar este templo.

La arista (arête) de Peyreget, actividad que normalmente se realiza en verano, une el collado del vecino pico Peyreget con el Petit Pic, el hermano pequeño de la cima principal del Midi.

Croquis con varias actividades en el Midi (J. Ollivier)

Se trata de una arista en roca y nieve que combina corredores y travesías en nieve con pendientes hasta los 50º y pasos mixtos entre III y IV grado. Las actividades en el Midi suelen llevarse a cabo con una noche intermedia en el refugio de Pombie, guardado en verano y con parte libre en invierno. Con toda la actividad en el día, los datos del reto se quedarían en:

  • Dificultad: AD+/D (600 m, 50º, IV)
  • Distancia valle-cima-valle: aprox 19 km
  • Desnivel positivo acumulado: aprox 1.300 m
  • Pernocta habitual: en el Ref. Pombie
  • Nuestro reto: en el día

2. Corredor Jean Arlaud al Posets:

Este estético y encajonado corredor con pasos de hielo y nieve nos conduce hasta la arista somital del  Posets, el segundo pico más alto del Pirineo.

Corredor Jean Arlaud cara NW del Posets (https://martinelorza.com/)

Aparcando en el refugio de Viadós, al fondo del valle, el objetivo será realizar una potente actividad en el día, que normalmente se realiza con un vivac en el glaciar de Llardana (W del Posets), alcanzando esta magnífica cumbre a través de una vía de 350 m en la que encontraremos entre 2 y 4 resaltes en hielo o mixto (según las condiciones) entre 60 y 80º. Actividad que en resumen tendrá las siguientes características:

  • Dificultad: AD+ (350 m, 50º WI3+ o M4,)
  • Distancia valle-cima-valle: aprox 16 km
  • Desnivel positivo acumulado: aprox 1.800 m
  • Pernocta habitual: en el glaciar de Llardana
  • Nuestro reto: en el día

3. Cara Norte clásica del Monte Perdido:

De todas las actividades propuestas esta es la única que ya habíamos intentado antes y que, debido a una tormenta, nos tocó abandonar a poco más de 100 m de la cumbre. Esto fue antes de la pandemia, así que este año esperamos que las condiciones nos permitan tachar esta ruta de nuestra lista de actividades pendientes.

Norte Clásica a Monte Perdido  (http://club-todovertical.blogspot.com/)

Quizá una de las actividades invernales más clásicas del Pirineo, la norte clásica de Monte Perdido nos llevará desde el parking de Pineta hasta nuestro objetivo, primero ascendiendo hasta el balcón de Pineta, lugar habitual de pernocta junto con el refugio de Tucarroya, y desde ahí a cumbre a través de 2 corredores y una travesía glaciar, que se resumen en:

  • Dificultad: AD (700 m, 50-55º)
  • Distancia valle-cima-valle: aprox 21 km
  • Desnivel positivo acumulado: aprox 2.300 m
  • Pernocta habitual: en el Ref. Tucarroya o vivac en el balcón de Pineta
  • Nuestro reto: en el día

Para estos retos contaremos con el mejor material a nuestra disposición, diseñado por OS2O bajo los principios de diseño FAST&LIGHT: ligereza, tecnicidad, versatilidad y eficiencia, para que no llevemos ni un solo gramo que no sea funcional. El peso con el que cargamos, ya sea en ropa o en material en la mochila, tiene un impacto directo en el rendimiento, implicando aumentos significativos en el consumo de oxígeno y energía, más si cabe en actividades largas (más de 6 horas) donde la fatiga acumulada con las horas, los kilómetros y el desnivel tiene un impacto significativo. Para nuestro reto utilizaremos un sistema activo de capas, especialmente organizado para actividades de alpinismo FAST&LIGHT que, al  implicar un componente técnico, nos obliga a variar la intensidad y adaptándonos a las diferentes situaciones que se afrontan en una escalada.

Esto nos permitirá mantener un equilibrio térmico en el menor peso posible:

Esta combinación de prendas suma un total de 1,7 kg, frente a los 2,6-2,8 kg que serían esperables con ropa «convencional».  Nos ahorramos, por tanto, en torno a 1 kg,  algo más más de lo que pesa una bota o los piolets. En esos 1,7 kg incluimos dos prendas aislantes, con lo que estamos cubiertos en un amplio rango de temperaturas y situaciones, desde la salida de madrugada, la parada para montar reunión, el avance por una arista expuesta a los vientos y la vuelta al valle. 

Javi Marin adaptando las capas a la intensidad (cambio de aproximación a inicio de vía)

El impacto que tiene el peso en el rendimiento ha sido estudiado en diversos contextos, quizás el que más se acerca al alpinismo FAST&LIGHT es el desarrollado por Sheer, Kramer y Heitkamp que calcularon el impacto del peso en el consumo de oxígeno en intensidades moderadas. De acuerdo a los resultados de este estudio sabemos que a intensidades moderadas-bajas (70% del umbral anaeróbico), en las que la vía metabólica predominante es la aeróbica (oxidativa), el incremento de consumo de oxígeno es exponencial con el incremento de peso, por lo que es esperable que a las intensidades que operamos cuando realizamos alpinismo FAST&LIGHT (55-60 % del umbral anaeróbico) el impacto del peso sea más significativo que a altas intensidades; más si se tiene en cuenta un esfuerzo sostenido entre 8 y 16 horas, por lo que cada kilogramo de peso tendrá un impacto relevante en la energía que necesitaremos para hacer cumbre y volver, siendo la recomendación de estos expertos mantener el peso de la mochila al mínimo. 

Para realizar actividades como las del reto #PirineosFastandlight se requiere llevar un material de seguridad que en su conjunto, incluidas las cuerdas, piolets y crampones,  puede estar en un rango de entre 8 y 12 kg, por lo que ahorrar 1 kg en el peso de la ropa tendrá un gran impacto en el ahorro energético a lo largo de la actividad. Toda la energía ahorrada durante la actividad, gracias al ahorro de peso, nos supondrá un extra en la reserva para poder seguir con un ritmo fluido en las horas finales o incluso para contar con una capacidad extra en caso de emergencia o necesidad.

Una reserva de energía que sabemos que no es nada desdeñable en retos de escalada alpina y en momentos como el descenso, que suele ser uno de los más comprometidos y donde toda la energía que conservemos para ese momento se traduce en seguridad. 

Referencia: 

Scheer, V., Cramer, L., & Heitkamp, H.C. (2018). Running economy and energy cost of running with backpacks. The Journal of Sports Medicine and Physical Fitness.