Por Óscar Sanmartín del OS2O Alpine Team
Éste otoño volvió a pasar… el “placage” reapareció…. y volvimos a pasarlo en grande. Lo de “placage” sería más la forma francesa de llamarlo, con ello me refiero a esas capas de nieve pegada a la roca vertical, unas veces más finas y otras más gruesas, pero que terminan con las condiciones adecuadas por transformar y convertirse en hielo. Este complicado efecto requiere primero una nevada con calor (los copos de nieve caliente se pegan a la roca mientras que cuando nieva a bajas temperaturas los copos de nieve son más duros y rebotan en la roca sin pegarse), requiere que nieve con viento (el viento mueve de un lado para otro la nieve por las paredes provocando que se vaya pegando allí por donde cae) y requiere después un buen anticiclón para que los contrastes frío-calor de las inversiones térmicas conviertan ésta nieve pegada en hielo “corcho” sin que vuelva a nevar y por lo tanto a podrirse en hielo de nuevo.
Explicado así parece complicado. Pues lo es. Y es también el quebradero de cabeza de muchos alpinistas que tratamos de adivinar desde el ordenador de casa dónde y cuándo se darán éstas caprichosas condiciones para encontrar las vías de escalada en terreno mixto entre hielo y roca formadas. Al final hay dos formas: o esperas a que los demás te “canten” las condiciones de las montañas para saber qué se está escalando, o la forma más impaciente pero romántica que es ir a probar. Si vas a probar pueden pasar dos cosas: o triunfas!! Y eres de los primeros en escalar la vía esa temporada encontrando la vía “virgen” y viviendo un día de alpinismo puro, o pringas!!! Te encuentras malas condiciones y te vuelves al bar para seguir soñando.
Pues éste último mes de diciembre se habían dado esas condiciones meteorológicas para formar las vías de “placage” de Peña Telera y hasta tres veces tuvimos la fortuna de hacer la primera ascensión de la temporada. A finales de noviembre un temporal proveniente de sur y por lo tanto cálido había dejado las caras nortes del Pirineo especialmente tapizadas de nieve, posteriormente comenzó un anticiclón que iba a durar todo diciembre (nieblas en los valles y buen tiempo en las cimas) y después de ver cómo había quedado el monte solo faltaba esperar a que transformara e ir a probar suerte.
Una semana después de la borrasca no aguantamos más las ganas de sacar los piolets y crampones del armario y ponemos rumbo a Peña Telera, en el valle de Tena. Todavía es pronto para escalar las vías tipo corredores ya que en éstas se acumula mucha más profundidad de nieve al actuar como un embudo y por consiguiente el riesgo de aludes es mayor y tardan más en transformar. Lo más seguro es aprovechar éstas condiciones para escalar vías donde las purgas de nieve spray hayan tapizado vías de roca, con pocos centímetros de hielo o nieve corcho sobre las placas de roca que en seco serían bastante más difíciles y expuestas.
La primera vía que escalamos mi hermano Rubén y yo es la vía «Sonia», de 800 metros de recorrido y M5 de dificultad máxima. Es una estupenda vía que abrieron hace dos años los chicos del equipo español de alpinismo. Por la mañana recibe dos horas de sol por éstas fechas y creemos que esto puede haber ayudado a que transforme algo antes que las demás vías de la zona. Por suerte acertamos, salvando las 2 secciones clave que todavía tenían bastante nieve polvo tapando los agarres y hubo que emplearse a fondo en limpiar. El resto de la vía estaba toda cubierta de nieve, bastante transformada en secciones superiores a 55º de inclinación pero de enterrarse y entrenar las patas en los tramos más tumbados. Lo más curioso del día fue la rampa que da inicio a la vía al encontrarla extraordinariamente recubierta de nieve transformada en unas condiciones muchísimo más fáciles que durante su apertura. El largo clave de la vía tenía formada por su derecha una rampa de nieve que permitía esquivarlo, al igual que se pueden esquivar las dificultades de la parte superior por la salida de la vía «Chez Lulú». Nosotros fuimos por la vía original por conocerla tal y como está abierta pero esta combinación de recorridos que van evitando las dificultades produjo que la vía Sonia fuera la vía de placage más repetida del todo el Pirineo esta temporada, quedando una preciosa línea de escalada de 800 metros sin pasar del M4 de dificultades esquivando los largos difíciles.
Misma vía, diferentes condiciones:
Una vez disfrutado el día de la vía Sonia elegimos otro objetivo. «SuperLulú», ésta vez un corredor, pero como está bastante tieso pensábamos que podía estar en condiciones de nieve parecidas a la «Sonia«. La vía la hicimos y la disfrutamos pero en condiciones muchísimo peores y más duras debido a dos factores que antes comentaba. Uno es la forma de corredor de esta vía que facilita una mayor acumulación de nieve, con más tapones de nieve y por lo tanto requiere más tiempo de transformación. El otro es el hecho de estar al otro lado del espolón central, lo que le da una orientación un poco diferente y no recibe sol en todo el día. En la parte final lamentable roca en lugar de esquivarlo por la izquierda por donde va la vía y nos complicamos bastante la jornada. Aun así lo pasamos genial y por fin hicimos esta mítica vía, que en su día era una referencia de las vías de dificultad del Pirineo, después de varios años esperando a que se formara para intentarla.
Al día siguiente mi hermano se tiene que volver por compromisos para casa pero llegan al parking de Piedrafita Alfonso, que será mi compañero de escalada, Kapi, Gudino y Kepa que se vienen desde Bilbo para sumarse a la fiesta de las buenas condiciones en Telera. Ellos irán a la «Sonia» y Alfonso y yo a “La senda de los cuervos”.
La vía «Senda de los Cuervos» es un elegante recorrido por el centro de la pared norte de Peña Telera a la derecha del Diedro Central abierta en agosto de 1996 por Chiro Sánchez y Quique Villasur y que se ascendió en condiciones invernales por primera vez por Chakel y Pincho en enero de 2007. El resultado es una estupenda vía en un escenario impresionante y con una escalada técnica y mantenida pero sin ser muy difícil. Yo ya había ascendido la vía con Juan Korkuera en 2014 pero en condiciones un poco escasas de nieve y por lo tanto más difíciles. Y ésta vez sabía, por lo que había visto desde su vecina la vía «Sonia», que iba a estar muy diferente, mucho más formada y fácil. El resultado fue genial y la vía estaba para disfrutarla. Con 5 ó 6 largos a tope de cuerda desde que abandonas Diedro Central hasta que coincides de nuevo con la vía «Sonia» esta temporada fue excepcional para ésta vía, quedando un recorrido superentretenido pero con las posibilidades de colocar seguros muy tapadas.
El anticiclón de un mes que prosiguió a la citada borrasca de sur que vino a finales de noviembre dejó parte del Pirineo con unas excepcionales condiciones. Peña Telera se llevó el colofón de afluencia de cordadas pero por gran parte del Pirineo se estuvieron escalando vías de rara formación e incluso aperturas de vías nuevas.
Al final fue otro gran día de escalada pirenaica con el buen sabor de boca que te deja haber podido aprovechar una racha de buenas condiciones y volverte a casa destrozado de escalar. Con unos días así es imposible no empezar la temporada invernal con la pasión por el alpinismo a flor de piel y la motivación desbordada.
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