Por Oswaldo Rivera

El Trofeo Mezzalama es una de las pruebas de referencia en la historia del esquí de travesía. Lleva el nombre de Ottorino Mezzalama y materializa su sueño de llevar el esquí un paso más allá. La pasión con la que el equipo de Adriano Favre (director de la carrera) homenajea el apellido Mezzalama dio lugar a una carrera única, que parte desde el pueblo de Saint Jacques (1689 msnm) en el Valle de Ayas, para subir en una casi perfecta línea recta hasta llegar a la Cima de Castor (4226 msnm) y vuelta al pueblo.

A diferencia del Monte Rosa Skymarathon, el recorrido de la Skyclimb Mezzalama es técnico. Por tanto, quienes quieren participar deben cumplir una serie de requisitos para acreditar su capacidad física y técnica.

Nuevamente, “Lolo” y yo participamos en equipo; esta vez con una mejor estrategia al progresar encordados. Son aproximadamente 25 kilómetros de recorrido, 2533 metros de desnivel positivo y un acumulado de más de 5000m, donde más de la mitad de la carrera transcurre por terreno técnico de alta montaña.

Travesía de la arista del Castor ©Torri

La charla técnica de Favre es breve y precisa: «Queda totalmente prohibido salirse del trazado«. La salida da comienzo en la plaza de Saint Jacques avanzando por un rápido sendero que va ganando altura por una de las morrenas del glaciar hasta llegar al refugio Mezzalama (3030m); luego continúa por una zona de pedrera hasta llegar al refugio Guide Ayas (3400m) donde hay que colocarse los crampones y encordarse. Es obligatorio llevar piolet y crampones de 10 puntas de acero. Nos colocamos las chaquetas para protegernos del viento y una vez obtenido el permiso de los guías seguimos subiendo.

Entrando al terreno glaciar, las instrucciones de Favre adquieren todo el sentido. Avanzamos por un terreno lleno de grietas, las altas temperaturas del verano han dejado el recorrido hasta el Verra Pass (3848m) en unas condiciones complicadas, observando a nuestra izquierda unos grandes seracs cuya majestuosidad nos cautiva. Seguimos por el glaciar combinando encordamiento largo y corto según la inclinación del terreno.

El trabajo de los Guías de Montaña del Valle de Ayas es fundamental. Durante los días anteriores a la carrera estuvieron acondicionando la ruta para garantizar la máxima seguridad, y los escalones tallados en la rampa de acceso a la arista cimera del Castor son la clave de esta prueba: sin ellos no habría sido posible subir con zapatillas de trail y crampones.

Subida al Castor ©Torr

Estamos en la travesía Oeste-Este en la arista del Castor, uno de los puntos más técnicos de la carrera: es un terreno completamente expuesto donde la arista es de menos de 50 cm de ancho, pero nos movemos seguros y sin vacilar. 

Poco después la arista se hace más amplia y la velocidad aumenta, bajando tan rápido que los crampones, pese a estar ajustados a máxima presión, se mueven. Tenemos que hacer dos pausas para recolocarlos. Casi todos los equipos tuvieron dificultades con los crampones en esta sección, ya que el material aún no está diseñado para moverse a esas velocidades FAST&LIGHT. Seguimos rumbo al refugio Quintino Sella (3585m) donde los voluntarios nos ayudan a rellenar el softflask, avituallarnos, guardar los crampones e incluso a recoger la cuerda.

Bajada hacia el paso Bettolina ©Torri

El terreno para llegar al paso Bettolina (3000m) es uno de los más técnicos por los que se puede correr: una arista de roca con bastante exposición que da paso a una pedrera inestable. Solo al llegar al bosque, a pocos minutos de Saint Jacques, la bajada se suaviza.

Con una alta participación en la que se encontraban algunos de los atletas de montaña más rápidos, Franco Collé y Tadei Pivk se proclamaron ganadores con 3 horas 43 minutos; Igone Campos y Rosanna Buchauer fueron las campeonas en categoría femenina. Otros participantes destacados de la prueba fueron el madrileño Javier Rodríguez Bodas y Maribel Martín (referente del esquí de travesía en España), deportistas locales como Fabio Cavallo, Mara Martini (una de las mejores esquiadoras de Italia) y especialistas en carreras verticales como Noémi Grandjean y Enzo Mersi. De los 44 equipos solo 33 terminaron la prueba: sin duda, el ascenso siempre constante por terreno alpino, una bajada de gran dificultad técnica y un estricto tiempo límite de 7 horas hacen a la Skyclimb Mezzalama una prueba de alpinismo puro. Lolo y yo cruzamos la meta en 5 horas 17 minutos.

EVOLUCIÓN

La fundación en 1995 de la Federación de Deporte en Altura, ahora International Skyrunning Federation (ISF), permitió realizar pruebas alrededor del mundo y llevar las carreras de alta montaña a niveles que no se han vuelto a alcanzar.

El estilo FAST&LIGHT no es un concepto moderno, ha estado presente desde los inicios de la actividad. Así lo atestigua el intento al Nanga Parbat de Mummery allá por 1895. Y la necesidad de subir y bajar deprisa de las altas cumbres ha ido siempre por delante del material deportivo: a principios de los 90, la mayoría del material era desarrollado de forma artesanal, el spandex y el forro polar eran los tejidos más técnicos para estas actividades. Y el material se tomaba de diferentes deportes como el ciclismo, la escalada, el atletismo, el esquí de fondo o el esquí de travesía, que actualmente sigue siendo el principal proveedor de material duro: piolets, crampones, cascos, bastones.

Adriano Greco en mallas de spandex y camiseta de algodón en 1992 © Ferro 

El deporte avanzó y el desarrollo de material específico seguía un paso por detrás. Prueba de ello es el mundial realizado en el I Campeonato del Mundo de Skyrunning en 1998, una carrera de 42 kilómetros cuyo recorrido salía del pueblo italiano de Cervinia hasta llegar a la cima del Breithorn (4164m) y volver a Cervinia. Una prueba que representa la pureza del FAST&LIGHT como ninguna otra.

El rendimiento de los deportistas es admirable: un ascenso de más de 2000 metros de desnivel y un descenso sin crampones, cruzando glaciares y neveros con zapatillas de correr por asfalto, camisetas de algodón y mallas de colorines. Años de oro donde no había material específico. Por el contrario, había un dominio total de la técnica.

En esta misma década se vieron gestas como el récord ascenso y descenso del Cervino (4478m) en 1995 por Bruno Brunod con 3 horas y 14 minutos o el de Ettore Champretavy en el Gran Paradiso (4061m) con 2 horas y 21 minutos. Pasaron 25 años hasta que Kilian Jornet rompiera el récord de Brunod haciendo la bajada más espectacular de la que se tenga registro para dejar el cronómetro en 2h52m.

Lolo y Oswaldo en la cima del Breithorn, probando tejidos y prototipos

Estas crónicas de carrera sirven para enlazar con uno de los principios básicos de OS2O: el diseño de productos ligeros y versátiles, adaptados a retos FAST&LIGHT. Desarrollamos prendas de la máxima ligereza posible, que te acompañen desde la salida hasta la cima y la vuelta. Prendas para todo el trayecto capaces de ofrecer protección contra los elementos que puedan darse durante el ascenso y el descenso. Esto ha supuesto un emocionante desafío desde que empecé a colaborar con OS2O. Hemos probado muchas ideas, algunas de ellas se han logrado materializar en productos y algunos de esos productos se han afianzado en el catálogo. Fue en 2013, al plantearse el reto de subir el Mont Blanc (4810m) cuando OS2O y el alpinismo FAST&LIGHT cruzaron sus caminos. Aún conservo esa chaqueta Hoka UT Jacket que llevé desde que salimos de Les Houches hasta la cima, así como el primer producto 100% FAST&LIGHT hecho por OS2O: el chaleco Saiko, que además está fabricado en Nepal, lugar de origen de la marca.

En la cima del Mont Blanc (2013) tras un ascenso exprés

A partir de estas experiencias comenzamos a trabajar en el desarrollo de productos adaptados a las actividades rápidas y ligeras, centrados en la funcionalidad y siendo muy estrictos en el peso, siempre por debajo de los 400 gramos.

Evo Stretchshell Jacket, una prenda creada para los ascensos FAST&LIGHT

En 2016 tuvimos la idea de hacer una segunda capa ultraligera que ofreciera las propiedades impermeables y cortavientos de una tercera capa. De la mano de uno de los fabricantes de tejido técnico más importantes del mundo desarrollamos la línea Evolution Stretchshell. Como base usamos la Hoka UT Jacket, que si bien es una de las mejores prendas para actividades aeróbicas invernales, no ofrecía la protección cortavientos e impermeable necesaria en las altas montañas. Aun cuando la combinación de la Hoka UT Jacket con el chaleco Saiko o la O2 WP Trail Jacket resulta muy funcional, siendo puristas del FAST&LIGHT, queríamos desarrollar una línea de productos que reflejara esa pureza. Así fue como ese año la primera chaqueta Evolution Stretchshell salió al mercado: solo 280 gramos, 100% cortavientos, impermeable y transpirable. La evolución continuó, el tejido incrementó sus propiedades técnicas y la chaqueta redujo su peso. Además, incorporamos una línea de pantalones que ofrecía la misma versatilidad: productos que fueron concebidos para el alpinismo rápido y ligero, puestos a prueba en multitud de ascensos ligeros y también en las carreras más importantes de los Alpes.

Izquierda, todo el material obligatorio para el Skyclimb Mezzalama. Derecha, material obligatorio para el MonteRosa Skymarathon.

Para mi participación en el Monte Rosa no hubo ninguna duda en utilizar la línea Evo Stretchshell, no podía haber mejores prendas para esta carrera: con un límite de 9 horas, es necesario estar en constante movimiento si se quiere terminar dentro del corte. Además, las condiciones y la temperatura van variando a lo largo del día, así que en la mochila llevé la fiable Thunder Insulation Jacket, una garantía de protección térmica y ligereza.

Pantalones Fast&Lite Alpine pants, la versión más técnica de los pantalones ligeros

Para la Skyclimb Mezzalama, siendo una carrera técnica, la chaqueta Evo StretchShell también estuvo presente, pero los pantalones Evo fueron sustituidos por los Fast&lite Alpine pants, fabricados en tejido Stretchshell y con refuerzos en Cordura© y Kevlar© para protegerlos ante posibles cramponazos, un pantalón hecho en España y cuya producción fue limitada a 150 piezas. Sin duda un pantalón que representa la apuesta de OS2O por la innovación: en conjunto, la chaqueta y pantalón pesan menos de 500 gramos. Por si las condiciones eran extremas, en la mochila llevaba la nueva Nebulae 850FP Hydro Repellent Jacket, una de las chaquetas con relleno de pluma más ligera del mercado.

A pesar de que el resto de material duro usado en este tipo de competiciones sigue siendo muy diverso y proveniente de varios deportes (usamos piolets de skimo, crampones de alpinismo modificados, mochilas de trail running, cascos de escalada/skimo, zapatillas para correr por la nieve y cuerdas de escalada en hielo), las prendas de la línea Evo Stretchshell se consagran como la mejor elección para la práctica del alpinismo rápido y ligero. Además, las ideas no se detienen. Durante la temporada 2022-23 hemos estado probando el novedoso tejido StormFleece® que ha dado lugar a los nuevos Meteor Pants, así como un nuevo tejido O2 desarrollado en Japón y algunas otras ideas que buscan representar nuestra visión del FAST&LIGHT.