Tomaz̆ Humar: El místico

“hemos nacido solos, con una lágrima en el ojo, y moriremos solos con nuestra lagrima”  T. Humar

Tomaz̆: el hombre

Tomaz̆ Humar tenía un carácter impredecible, las montañas eran la fuente de su inspiración, incluso consideraba una gran conexión espiritual entre ellas y su persona. Humar no acometía una escalada sin consultar a sus consejeros espirituales. Tomaz̆ nació el 18 de febrero de 1969, como todos aquellos que nacieron bajo el estado socialista de Yugoslavia, provenía de una familia de clase trabajadora. El padre de Tomaz̆ (Max Humar) tenía diversos trabajos, entre ellos la construcción. A la edad de 6 años Tomaz̆ ayudaba a su padre en los trabajos de la construcción (arrastrando madera, cemento, e incluso construyendo). , para algunos conocidos de la familia, estos trabajos no eran parte de la infancia que debía vivir Tomaz̆. Fue a los 18 años cuando Tomaz̆ escaló por primera vez (las vigas en el sótano de casa), como todas las primeras veces, la experiencia fue poco glamurosa. Tras esta experiencia, pronto escaló en las fisuras de su localidad vestido con su peculiar arnés (un cinturón de seguridad de un Fiat). En 1987 se unió al club de montaña de Kamnik de la mano de Bojan Pollack (la vieja escuela en persona) y compartiendo aprendizaje con el gran alpinsta Marko Prezelj (a pesar de haber compartido los años de formación, el aprecio de Marko por Tomaz̆ era escaso, incluso en algunos momentos de la carrera de Humar, Prezelj fue uno de sus más fervientes críticos). Con un medio de gestión estatal, los clubes eran los únicos que podían organizar expediciones y con un sistema de cualificación estricta (caminante, joven asistente, asistente senior, alpinista regional, alpinista nacional, alpinista internacional) solo los alpinistas que obtenían el nivel internacional podían realizar expediciones al Himalaya y gozar de las subvenciones estatales. Este sistema fue muy efectivo en Eslovenia (cuna de los mejores alpinistas en solitario Tomaz̆ Humar, Tomo Cessen, Miroslav “Slavko” Svetic̆ic̆) y en Polonia (cuna de los mejores Himalayistas invernales).

 

 

Kosovo: el infierno

Mientras Tomaz̆ completaba su formación de alpinista, Yugoslavia vivía momentos de tensión.  Los nacionalismos en cada una de las repúblicas (Bosnia-Herzegovina, Macedonia, Croacia, Eslovenia, Montenegro y Serbia) comenzaban a hacerse más violentos y la transición del socialismo a la democracia se vio comprometida. Particularmente, el líder nacionalista serbio Slobodan Milos̆evic̆ (acusado de crímenes de guerra y genocidio) se propuso controlar las repúblicas por los medios necesarios, su favorito era utilizar al mayor ejercito de Europa, el Ejército Popular Yugoslavo (JNA). Es en las filas JNA dónde Tomaz̆ es obligado a cambiar el piolet por el AK-47 (tenía 20 años) para cumplir con su función de vigilante en un hospital de Kosovo (supuestamente contra los ataques del Ejército de Liberación de Kosovo). Tomaz̆ no solo fue testigo de los horrores de la guerra sino que tras cumplir una pena de prisión en el desierto de Macedonia (por intentar desertar y posteriormente intentar escapara de la prisión).  Regresó a la civilización trasformado, distante, desconfiado e incluso sufrió de estrés postraumático. 

Humar escapó (literalmente) a las montañas y fue en este periodo dónde comenzó a realizar rutas en solitario, rompiendo las reglas, y haciendo cosas distintas (escalando en solo dificultades de hasta 6c+). A la edad de 22 años se casó con Sergeja Jersin de 21 años. Humar a trabajaba turnos de 16 horas en una fábrica de productos electrónicos y pintando torres. Con la familia creciendo, Tomaz̆ se ve obligado a dejar de escalar durante un año y medio para poder mantener a su familia. Tras unos años trabajando en la fabrica le ofrecieron ser supervisor (con más sueldo; pero con constantes viajes), al ver que eso le limitaría para escalar decide renunciar en lugar de aceptar el nuevo cargo.

Humar: el alpinista

Ganesh: Himalaya, amor a primera vista

Humar se dirije al Ganesh V (6989 m) de la mano de uno de los mejores alpinistas eslovenos: Stane “S̆rauf” Belak. Era el año de 1994, y Tomaz̆ realizaba su primera expedición al Himalaya, por este motivo se mantenía muy atento a todas las indicaciones de S̆rauf, incluso siguió rigurosamente los consejos de Belak y su secreto para rendir en altura: comer ciruelas pasas. Además de esto, Belak salvó la vida de Tomaz̆ en el descenso. Más que un amigo, S̆rauf fue un mentor para Humar, por eso su muerte en 1995 le causó un gran impacto. Tras esta primera experiencia, Tomaz̆ volvió al Himalaya en 1995 para escalar el Annapurna I. Es en el campo base dónde conoce a Carlos Carsolio (el mejor alpinista mexicano) que compartía permiso con los eslovenos. De Carlos, a quién Humar consideró un gran amigo, absorbió todas las historias de grandes escaladas. Carsolio conoció el Himalaya de la mano de los polacos en los años 80’s, escaló la pared del Rupal con el más grande Himalayista de la época, Jerzy Kukuczka.

En un acto de rebeldía Tomaz̆ subió a la cima del Annanpurna cuando su jefe de expedición (S̆karja) le ordenó descender, este incidente, no fue bien visto y Humar fue castigado.  Su ascenso a la cima no figuró en la crónica de la expedición hecha por S̆karja ni tampoco se registró en los libros de Miss Hawley (la cronista del Himalaya) y por lo tanto no se reconoció su primera cima de 8000 metros.

Tomaz̆ fue un apasionado por las montañas y esto lo distanció de su familia, en especial de Sergeja, inclusive no estuvo presente en el nacimiento de su hijo Tomaz̆ porque se encontraba de expedición.

Ama Dablam: Estilo alpino

En 1996 junto con Vanja Furlan realizó la primera escalada de la difícil (extrema) cara este del Ama Dablam, tardaron cuatro días. Esta escalada, le lanzó a la primera línea del alpinismo y en 1997  ganó el Piolet D’ Or

Nupste: “volvió el hombre equivocado”

En 1997 junto a Janez “Johan” Jeglic̆ realizó el ascenso de 2500 metros de escalada de alta dificultad de la cara oeste de la cima noroeste del Nupste. En ese momento, Jeglic̆ era considerado uno de los mejores alpinistas eslovenos. El día del ascenso los vientos y la niebla impedían a Humar ver a su compañero que marchaba delante de él, tras alcanzar la cima, se dio cuenta que Johan había desaparecido, solo encontró su walkie talkie. El descenso no fue nada fácil, sin comer ni beber sufrió congelaciones en los pies, tuvo que ser ayudado por su compañero de expedición Marjan Kovac y un grupo de porteadores.

Jeglic̆ era muy querido en Eslovenia, y su misteriosa desaparición en la montaña despertó muchas críticas, incluso acusaciones, el carácter rebelde de Tomaz̆ y su distante relación con las máximas autoridades de la federación eslovena de alpinismo, le hicieron vivir momentos desagradables, incluso el propio Humar llegó a declarar que parecía que del Nupste «había vuelto el hombre equivocado» .

Un año después del Nupste, Tomaz̆ visita por primera vez el santuario de la escalada en roca, y en un gesto de “veni, vidi, vici” escala en solitario la vía más difícil de Yosemite, la “Reticent Wall” (A5) en el Capitán.

 

Dhaulagiri: La cara sur (un viaje solo de ida)

Intentado, entre otros por Reinhold Messner en 1977, la cara sur del Dhaulagiri, es considera como uno de los desafíos más técnicos del Himalaya. Tomaz̆, completó el ascenso en 1999, una línea de 4000 metros de pared, en solo y en estilo alpino. Tomaz̆ consideró que las dificultades encontradas eran extremas (escalada en roca de VII grado, hielo de 90° y escalada mixta de M7+), todo esto por encima de los 7000 metros de altura. Este ascenso causó gran polémica en el mundo de los alpinistas extremos, aquellos con voz para hablar, se mostraron poco entusiasmados. Steve House (mejor alpinista de Estados Unidos) dijo que dudada de que Humar pudiera hacer tal dificultad a tanta altura (refiriéndose a la sección de M7+). La mejor forma de comprobar las dificultades, es realizar la primera repetición, en ese momento, no se escuchó ninguna voz.

La crítica no solo se centró en la dificultad de la vía, para cubrir los gastos de la expedición Tomaz̆ fue patrocinado por una compañía de telecomunicaciones, entre sus responsabilidades, estaba el hacer publicaciones constantes en internet acerca de sus progresos. Era el año 1999, y Humar fue fuertemente criticado, para algunos expertos alpinistas, el ascenso al Dhaulagiri fue solo un espectáculo. Hoy en día no hay expedición que no utilice internet para publicar sus progresos, en este sentido Tomaz̆ fue un pionero.

Humar tardó nueve días en completar la escalada, incluso realizó un vivac a 7800 m sin tienda, solo con saco de dormir. En ese periodo Tomaz̆ había dirigido sus esfuerzos a las paredes más difíciles, “todas mis futuras escaladas se dirigirán hacía los desafíos más grandes, cimas que solo pueden alcanzarse escalando peligrosas paredes de dificultad extrema», siempre de forma progresiva. A la dificultad de este ascenso se le sumo una infección en un diente, Humar resolvió la situación arrancándose el empaste con su navaja suiza a 6300 m.

Es en esta montaña dónde Tomaz̆ comienza a establecer una relación mística con las montañas, incluso llegó a decir que se comunicaba con ellas. En sus palabras, sobrevivió al vivac a 7800 metros gracias a que bajo su pulso cardiaco. El jurado del Piolet D’ Or, considero esta actividad demasiado arriesgado como ser premiada.

Annapurna: Cara Sur

En 2007  Tomaz̆ volvió a las grandes paredes (tras recuperarse de una caída) con un ascenso de gran nivel, la escalada de la cara sur del Annapurna en solitario, para Messner este ascenso fue visionario y el tiempo le ha dado la razón, hace solo unos meses, el suizo Ueli Steck, completó en solitario la vía que intentaron Pierre Béghin y Jean Cristophe Lafaille, y marcando un hito en el alpinismo moderno, máxima velocidad, máxima dificultad, quizás la vía de Steck sea la máxima expresión del estilo alpino. 

La cara del Rupal: Nanga Parbat (4600 m de escalada, la más larga del mundo)  

“No puedo ir a ningún lado, ni siquiera me puedo mover”. Atrapado a 6300 metros, en un pequeño agujero en una pared casi vertical, sin visibilidad, sin poder moverse por las avalanchas. El rescate de Tomaz̆ estuvo plagado de polémica, los pilotos pakistaníes Rashid Baig y Khalid Rana hicieron historia y fueron condecorados por hacer uno de los rescates más complicados; pero el mundo de la escalada tenía otra opinión. Para Simone Moro el rescate mostró que Humar era humano, y que incluso tenía límites. Sin embargo, en opinión de grandes nombres como Steve House, Mark Twight y Silvio Karo, Tomaz̆ era un vendido (en el campo base se encontraba la reportera Maja Ros̆ transmitiendo todos los días los progresos de Humar en la pared, y posteriormente informando sobre el rescate). Inclusive se dijo que Humar se había expuesto deliberadamente a los peligros de la pared del Rupal y que el rescate había sido un montaje para darse publicidad. Tras el rescate que fue transmitido en vivo por la televisión eslovena, la voz del alpinismo extremo Mark Twight comentó que “ahora había un lugar menos dónde estar solo” en referencia al Himalaya “y que desde el 10 de Agosto (día del rescate) hacer una cumbre de 8000 metros ya no sería lo mismo”. En 1988 Twight hizo una tentativa de ascenso en estilo alpino a la pared del Rupal, el mal tiempo le hizo darse la vuelta convirtió  su descenso en una lucha por sobrevivir. Entre líneas podía leerse una “vieja” creencia; esta era que si te metías en un lío, tenías que salir solo, el hecho de ser rescatado restaba elegancia, y ensuciaba el término de alpinista extremo.

Bizarre love triangle: Rupal, House y Humar

Entre el americano Steve House y Humar no podían existir más contrastes en lo referente a mostrarse en público, Humar se llenaba de vida, por el contrario House prefería mantenerse lejos de los focos, de la prensa, de las cámaras, a pesar de ello, fue protagonista de la historia, dramática, que ocurrió en la pared del Rupal en 2005. House estuvo también en 2004, intentado la pared, incluso su compañero de cordada Bruce Miller dijo que ese año House estaba dispuesto a morir, por escalar la pared. El equipo de Humar estaba compuesto por gente de su eterna confianza, y una periodista Maja Ros̆, que en los momentos de tensión, en ningún momento dejo de mantener la cámara encendida. El médico de la expedición era Anda Perdan (había tratado a Tomaz̆ cuando se cayó y se rompió la cadera cinco años antes). El también alpinista Ales̆ Koz̆elj, Stripe Boz̆ic, Natas̆a Pergar (bioterapeuta, especialista en auras) su papel era crucial, al menos para Humar. Pergar ayudaba a Tomaz̆ a hacerse las preguntas correctas, el equivalente «místico» de un psicólogo deportivo. Además, su objetivo en el campo base era leer al aura de la montaña, y con ello indicar a Humar el momento de comenzar a escalar (esta expedición era el tercer intento de Tomaz̆) Para algunos expertos, el ascenso de 2005 fue precipitado, quizás por saber que House y Vince Anderson estaban en el mismo sitio, con el mismo objetivo). En la imagen (trasmitida en vivo) se ve a un desmejorado Tomaz̆ cuando el helicóptero lo deposita en el campo base, las lágrimas cubren su rostro, besa la tierra, ha sobrevivido; pero el ascenso en solitario no ha sido posible. Días más tarde, Steve House y Vince Anderson hacen cima en estilo alpino, una escalada perfecta, el mundo del alpinismo lo reconoce y ganan el Piolet D’ Or en 2006. 

La llamada final

Tras el rescate en el Nanga Parbat, y con más críticas que apoyos, Tomaz̆ siguió escalando en solitario. En 2009 y acompañado solo por su cocinero de nombre Jagat se dirigió al Himalaya para escalar el Lantag Lirung (7300 m). En el descenso Humar sufrió una caída que le dejo mal herido. Llamó a Eslovenia y la operación de rescate se puso en marcha; pero Tomaz̆ dijo a su cocinero “Jagat, este es mi final”.  El equipo de rescate, no encontró ni rastro de él, fue tiempo después cuando desde un helicóptero vieron el cadáver de Humar. La llamada a su cocinero fue la despedida de un hombre místico que creía comunicarse con las montañas. Tomaz̆ Humar escalaba cuando las montañas lo llamaban, y así fue hasta el final de sus días. En 2009 se terminaba la vida de uno de los alpinistas más grandes de la historia.

Referencia

McDonald, B. (2009). Tomaz̆ Humar. London: Arrow Books.

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1 comentario

  1. Buen post!!! Un grande sin discusiones!!!

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