por Oswaldo Rivera
Records are to be broken…
Con esta sentencia, que no podemos saber con certeza si es una declaración de intenciones, felicitaba Kilian Jornet a Karl Egloff, después de que el corredor ecuatoriano hubiera marcado un nuevo tiempo más rápido de ascenso y descenso en la cumbre más alta América, el Aconcagua (6960 msnm). Desde que en 2014 Karl Egloff imponía un nuevo récord en el Kilimanjaro (5891 msnm), su nombre y el de Kilian Jornet se ligaron con gran intensidad. El record de Egloff en África tomó por sorpresa a los medios que habitualmente cubren los proyectos de Kilian y presentó a un protagonista nuevo. Karl Egloff, nacido en Ecuador, de padre suizo, una mezcla de dos culturas cuyo punto común converge en el gusto y disfrute por las montañas.
Pero todo lo que es presente se convierte en pasado, y de igual forma que Kilian imponía nuevos tiempos sobre récords de otras épocas, y sobre deportistas de otras generaciones, Karl Egloff evidenciaba la brevedad de los récords. La cercanía en las fechas, y el hecho de que Kilian fuese primero al Aconcagua, han dado lugar a sospechas de que Egloff va tras los pasos de Kilian, que de forma práctica es así; pero conceptualmente tienen aproximaciones distintas, así lo han manifestado ambos. Coincidiendo en 5 de las 7 montañas del proyecto, es casi imposible no vincular sus proyectos a una competición. Aunque este supuesto duelo ha sido más mediático que real y en algunos medios ya le han preguntado a Karl si intentará ir por el record del Cervino (4478 msnm).
Kilian Jornet, ¿la medida de todas las cosas?
Es indiscutible que Kilian Jornet es el atleta de las montañas, en carrera es casi invencible, no solo esquiando sino corriendo, además es de los pocos deportistas capaz de dominar disciplinas tan diferentes como el kilómetro vertical y las carreras de ultra-distancia. En competición, Kilian es la medida de todas las cosas, pero en el tema de los ascensos contra reloj la situación es distinta. Esto deja en evidencia que los ascensos contra el crono y las competiciones son cosas completamente diferentes. Los récords se hacen el día que mejores sensaciones se tienen, cuando hay el mejor clima, o es menos malo. Las competiciones son en un día concreto y salvo algunos casos, se corre contra otros. En los ascensos cronometrados, ya se ha comprobado que existen otros protagonistas que pueden preparar y establecer records en las cordilleras de todo el mundo, Vitaly Shkel estableció un record en Elbrus (5642 msnm), el polaco Andrzej Bargiel ya ha demostrado que es el más rápido subiendo ochomiles (Manaslu 8156 msnm, basecamp-basecamp 21 horas 14 minutos). El propio Karl Egloff ya había sido protagonista antes de ir al Kilimanjaro con un récord de ascenso y descenso del Cotopaxi (5897 msnm) en el vertiginoso tiempo de 1 hora 37 minutos. Todos esos records han sido realizados por deportistas excepcionales y con excelente capacidad para rendir en altura, en estos desafíos se corre contra el cronómetro, no contra otra persona. Si bien, Kilian no es dominador absoluto de este tipo de ascensos, no existen muchos deportistas en el mundo capaces de decir «mañana voy a por el record de Kilian», Karl Egloff es uno de los pocos que puede.
Summits of my life vs Seven summits
Si algo diferencia al español del ecuatoriano es el tema de la producción alrededor de los intentos de récord. Kilian tiene el apoyo de un equipo de cineastas dedicados y grandes marcas que lo respaldan. De sus aventuras en las montañas se han contado exitosas historias, dónde el espectador puede ver a Kilian levitar sobre las montañas, mientras él mismo intenta trasmitir las motivaciones que lo llevan a hacer los retos. Es este manejo de los medios lo que influye en el público para considerar que Kilian es la insignia de los ascensos contra reloj. Con un marketing mucho mayor que Egloff, y por ahora también con mayor presupuesto, Summits of my life cuenta una historia, retrata la vida de Kilian, un personaje complejo, distante pero que a la vez parece muy cercano, eso se logra gracias al gran trabajo de los realizadores. El proyecto de Egloff, hasta ahora ha tenido un marketing discreto, respaldado por una de las marcas más potentes del sector, que sin duda apostaran aún más por el proyecto de las Seven summits. El tema de contar historias es muy diferente, de la auto-filmación de Egloff a la filmación con drones del equipo de Kilian, por eso las hazañas de Karl parecen distantes para el público general, e incluso para algunas personas, poco informadas, parecería que el alpinista ecuatoriano es un outsider.
Pero a todo esto… ¿quién es Karl Egloff? No ha corrido Zegama, no se ha tomado la foto en Transvulcania, ¿de dónde ha salido?
En los medios Yankees, la aparición de Karl fue vista como la lucha del David contra Goliat (Kilian hace de gigante); pero analizando la historia de Egloff es difícil saber quién es quién. A sus 15 años contaba con centenares de ascensiones por encima de 5000 metros y una treintena de ascensos a picos de 6000 metros. Karl Egloff ha tenido un adaptación a la altura superior a la de Kilian, con más de media vida haciendo alta montaña, Karl Egloff no es un recién llegado. Residente en un país que apuesta por el turismo de montaña y que goza de una altura privilegiada, Karl es guía de montaña, una profesión que le permite viajar a distintas cordilleras del mundo, a la vez que compaginaba una carrera de deportista de elite en la disciplina de maratón BTT. La exigencia de la competición de alto nivel y su trabajo de guía han hecho que Egloff no fuera tan visible en los medios especializados de las carreras de montaña. Con más de 17 años de experiencia como alpinista-guía, centenares de competiciones años a nivel elite y años de preparación física en altura hacen de Karl Egloff un Goliat de los ascensos de velocidad.
No somos corredores, alpinistas o esquiadores… ni siquiera deportistas… somos ¿imagen?
Desde su lanzamiento, el proyecto Summits of my life, no ha sido indiferente, tras dos películas el proyecto ha ganado más simpatizantes que detractores; sin embargo para algunos este proyecto es una campaña publicitaria, y es que es difícil no vincular la imagen de Kilian con la marca que le patrocina. Las alarmas saltaron cuando hace unos años anunció que el proyecto incluiría el Everest (8848 msnm), quizás el hecho de Kilian no había ascendido ninguna montaña de 8000 metros, ayudó a que muchos lo consideraran una propuesta seria; pero los ascensos contra reloj están a años luz de ser aceptados por la comunidad montañera. Algunos ultraconservadores, incluso argumentan que los ascensos rápidos no permiten contemplar la belleza (como si la belleza solo se disfrutara de forma contemplativa) y que por ende, eso contaminaba al montañismo. Es por este caldo de cultivo que cuando Kilian anunció que el Everest estaba en la lista, algunos lo consideraron un proyecto comercial, vinculado a sus patrocinadores. Egloff por el contrario sabe que el proyecto de las Seven Summits es muy comercial, y también con mucha repercusión mediática, de no serlo así, parece muy difícil que se puedan juntar los fondos necesarios para ir a las siete cimas más altas de cada continente, o para ser precisos de cada plataforma continental. Desde que Richard Bass comercializó por primera vez el reto de las Seven Summits, este desafío ha estado más ligado al alpinismo comercial que al alpinismo de alto nivel, sin embargo algunos grandes nombres como Reinhold Messner se incluyen en esta lista. Plantearse el hacer los récords de velocidad en las Seven Summits es algo que esta al alcance de muy pocos. Quizás solo Egloff posea las facultades físicas y en el futuro, los medios económicos para realizarlo, aunque muchos otros ya han anunciado que buscarían ese récord. El más emblemático de los Seven Summiteers de velocidad, es el austriaco Christian Stangl, alpinista puro, Stangl tiene el record Guinness tras hacer el Triple seven summits, las tres cimas más altas de cada continente. Para este reto además de fondos económicos hay que ser muy alpinista, ya que el K2 (8611 msnm) y el Kanchenjunga (8586 msnm) son montañas de gran exigencia. Stangl una generación anterior a Kilian y Karl ha realizado ascensos de velocidad por todo el mundo, las diferencias en época se hacen notar en el material que utilizaba el austriaco para sus ascensos, una mezcla de equipamiento de trekking, esquí y alpinismo.
A hombros de gigantes…
Hasta ahora, Kilian ha ido un paso por delante, imponiendo los tiempos a batir. Karl ha ido a las montañas con la referencia de los tiempos a batir, esto a nivel físico y psicológico puede ser una ventaja si todo va bien o una gran desventaja si las cosas no se desarrollan cómo lo esperado. A nivel físico, la referencia de tiempo permite a un deportista ajustar el ritmo acorde, en las ciencias del deporte se utiliza el término Teleanticipación, es un proceso mediante el cual el cerebro (de forma autónoma) calcula la distancia y recorrido que falta por completar y ajusta el ritmo (o de forma más precisa la activación de fibras musculares) de acuerdo a esos cálculos, asegurando que el deportista no llegue vacío. Este proceso dista mucho que ver con los récords, es un mecanismo de protección cuya función es salvaguardar al organismo. A nivel psicológico el saber si se va delante de una referencia de tiempo o distancia ayuda a mantener la confianza, la motivación, el compromiso, y la atención en la tarea, y en los récords de velocidad esto es vital. Los récords se hicieron para romperse, ahora es Egloff quien tiene las marcas a batir. Pero Egloff no es único que ha ido a hombros de gigantes, Kilian lo ha hecho ya, en casi todos sus records tenía un tiempo de referencia que le ha ayudaba a gestionar el esfuerzo, deportista de elite y atleta de las montañas, lograba batir records uno tras otro, parecía que no existía la incertidumbre. El Cervino ha sido un punto y aparte, el tiempo a batir rozaba el límite, ya que exigía un descenso “suicida”, Kilian contaba con la ventaja de subir más deprisa que el gran Bruno Brunod, quién a su vez fue a por el record del otro referente de los ascensos ligeros Valerio Bertoglio.
Quisiera destacar la travesía Courmayeur-Chamonix atravesando la arista de la Innominata en el Mont Blac (4810 msnm), para el autor de este artículo, este reto es lo más creativo dentro del proyecto Summits of my life, además de que representa un hito del running alpinismo, con una dificultad de 5º de escalada en roca (en solo integral y en zapatillas). Aquellos escaladores en roca que pueden hacer ese grado en solo integral no tienen la capacidad física para bajar de la cima del Mont Blanc a Chamonix en menos de dos horas veinte minutos, y aquellos corredores que pueden cubrir ese desnivel no poseen las habilidades técnicas y psicológicas para meterse en un recorrido que exige el máximo compromiso.
Nada que demostrar
La aparición de Egloff tomó por sorpresa al mundo del trail running, que teniendo un referente, un número uno y personaje para sus historias, de pronto recibe el golpe de que existe otro protagonista, hubo que batir dos récords para que Egloff consolidara ese protagonismo. Para el juego mediático, no hay mejor escenario que el tener a dos personajes, ellos se encargarán de hacerlos antagónicos, aunque no lo sean, pero eso permite contar historias más “interesantes”. El pasado sábado 14 de marzo, Karl Egloff compitió en la carrera Vertical al Bóveda, una carrera que se encarga de que año tras año vengan algunos de los mejores corredores del mundo. Karl es un alpinista, un ciclista de montaña, y un portento de la naturaleza cuando se trata de moverse rápido en altura; pero Karl no es un corredor de montaña. En los últimos días, y seguro que este tema se irá intensificando con el paso del tiempo, el morbo por que se lleve a cabo un duelo Egloff-Jornet en alguna carrera de montaña va creciendo. Como si Kilian y Karl tuvieran algo que demostrar. El proyecto de Summits of my life, dista mucho de la competición y de las carreras; pero la figura de Kilian parece que no puede disociarse de la competición. Pero esta asociación de competiciones y récords de velocidad no es objetiva. Los ascensos de velocidad son una actividad aparte, no pueden incluirse dentro del trail running, ni tampoco dentro del alpinismo. Para subir contra reloj por altas montañas se necesita un dominio del medio, hay que ser un alpinista consumado y un atleta de elite, Kilian y Karl lo son.
Egloff tiene claro que no tiene nada que demostrar, mucho menos en el ambiente de las carreras de montaña, su actividad, su talento, su proyecto y sobretodo su disfrute esta en los ascensos contra reloj en las altas montañas. Tras escucharle en una de sus conferencias de su visita a España, Karl ha dejado claro, que concluir las Seven summits requiere de mucha preparación, sobretodo el Everest. Es difícil para aquellos no practican el alpinismo, el concebir que alguien con esta capacidad de subir, no tenga interés de correr y participar en las carreras “Top”; pero un proyecto como el de Karl y tras escucharle hablar, me queda la tranquilidad de saber que no le veremos correr sin camiseta paseando por la Isla de la Palma posando al lado de corredores “cools”, por el contrario estará guiando por las altas montañas del mundo, construyendo su lodge de montaña a las faldas del Cotopaxi y preparando sus nuevos desafíos.
miguel
Hola, lo primero felicitaros por la ropa que haceis .
Yo quisiera saver si este. corredor a porto opruebas de su tiempo realizado.
Me gustaria proponeros que la chaqueta de trail tuviera atras unos bolsillos como los mallots de ciclismo asi esta chaqueta me serviria para correr y pra salir en bici.
Y por ultimo proponeros que en las chaquetas de tercera capa les añadiria un bolsillo pequeño en el que portaria una manta termica de emergencia y quizas un silbato.que.podria ser a su vez el tirador de la cremallera.y
Un saludo. Y gracias
Sergio
Está claro que el dinero hace que prácticamente todos tengamos grandes incongruencias en nuestra forma de vivir. Cómo dicen en la pregunta de arriba…¿cómo es que Karl no tiene nada que demostrar y sin embargo se dedica a batir los récords de Kilian? ¿por qué no lo hizo antes? No tendrá nada que demostrar pero tiene muchas ganas de reconociminento, y esa era la mejor forma de hacerlo.
Y por parte de Kilian, ¿por qué alguien que parece ser una especie de hermitaño amante de las montañas está todo el día en vídeos y fotos en todas las redes sociales con el logo de una de las más grandes multinacionales de ropa deportiva hasta en la sopa?
El dinero y la fama hacen que hagamos cosas muy raras…en la montaña, también.
Rafael
Reproduzco aquí un comentario que he visto en facebook…no es de alguna manera contradictorio que no tenga nada que demostrar pero que vaya uno a uno detrás de los récords de Kilian Jornet?
Otra pregunta que me hago es…hay más Karl Egloffs escondidos por ahí? hay otros runner-alpinistas que pudieran superar estos récords? Bajar el récord del Aconcagua en 53 minutos da pie a pensar de que hay mucho hueco para más gente. El hecho de que el trail running haya cogido tanta popularidad últimamente es lo que ha hecho que ahora tengan tanta atención mediática estos récords de velocidad?
Y, es cierto que todo el mundo ama la montaña, el espíritu libre asociado a ella, etc, pero esto es novedoso, ha entrado la competición de por medio, y parece que eso es lo que atrae a los medios (y el dinero asociado a él). Ya se han visto muchas ¨películas¨ por causa de los 14 ochomiles y cosas así, que es lo más cercano a una competición que ha habido en alpinismo…nos espera algo así ahora con los récords de velocidad?
Gracias, Oswaldo, gran post.
Oswaldo Rivera
Hola Rafael,
Respeto la opinión de los demás, el post expresa mi visión sobre la situación.
En mi opinión personal, ninguno de los dos tiene que demostrar nada, por eso he escrito que verles competir uno contra otro en una carrera de montaña (que es el terreno de Kilian y no el de Karl) es meramente un morbo. Los records de velocidad de ascenso y descenso son un proyecto distinto al plano de las competiciones.
La realidad es que la proximidad de fechas en el Aconcagua es meramente circunstancial, primero porque Egloff ya tenía el viaje planeado al Aconcagua para trabajar guiando a un grupo, y segundo porque no había certeza de que Kilian Jornet hiciera el nuevo record al Aconcagua. Son proyectos distintos que se desarrollan en los mismos sitios, Kilian es muy popular, es el mejor y más ganador corredor y esquiador de montaña, los medios y el público están muy pendientes de sus proyectos, por eso es que el nuevo de record de Karl ha tenido mucha repercusión, para muchos la noticia no ha sido «nuevo record en el Aconcagua», sino Karl Egloff (desconocido para muchos) rompe el record de Kilian. Para mi no tienen nada que demostrar, ambos son portentos de la naturaleza, que además tienen una mentalidad admirable, para los que nos apasiona el running-alpinismo es una gran noticia que existan dos protagonistas de esta calidad. Karl no intenta ocupar el lugar de Kilian, eso es imposible, solo esta trabajando por sus proyectos, y con el tiempo se ganará el lugar que le corresponde.
Respecto a tu otra pregunta, considero que Karl Egloff es único, lo que hacen Kilian, Karl, Brunod, Vitaly, no es algo que este al alcance de muchos, hay que tener condiciones especiales para hacerlo, el curso natural es que lleguen deportistas más rápidos. En el plano de los records, bajar un minuto o diez no es importante, el que sea más rápido tendrá el record.
Los records de velocidad de ascenso y descenso no tienen que ver con las carreras de montaña, el propio Kilian comentó que Summits of my life nada tenía que ver con trail running; pero es evidente que siendo él, el referente de las carreras por montañas, se asocie erróneamente una actividad con otra. Los records de velocidad has existido desde hace mucho tiempo, y seguirán existiendo aunque la cobertura mediática no sea tan intensa.
Una competición por los records de velocidad?
Quizás eso quieran los patrocinadores y los medios, pero depende de los protagonistas que esto no se convierta en una competición. Considero, que ahora mismo solo Kilian y Karl poseen las capacidades para hacerlo; pero Kilian tiene un proyecto personal que no considera hacer las Seven Summits, y Karl no contempla ir a por el record de Kilian en la travesía del Mont Blanc. El running-alpinismo es una actividad peligrosa, hay que tener un domino del medio, el compromiso es muy elevado y las posibilidades de éxito muy pocas. Estas actividades pueden ser altamente peligrosas si no se tienen las motivaciones adecuadas.