Por Kiko Navarro del Trail & Skimo Team de OS2O
Después de 9 ediciones podré contar a mis nietos que yo corrí La Osan…. Ha costado pero llegó el día y que mejor fecha que un 23 de Abril, San Jorge, patrón de Aragón para hacerlo.
Se trata de una carrera que tiene un secreto, un secreto muy bien guardado pero que nadie, ni los propios organizadores saben cuál es…
Serán sus casi 500 participantes que año tras año fieles a la cita acuden a este pequeño pueblo del Pirineo Aragones…
Será por sus cifras; 17km y 1000m de desnivel que para el inicio de la temporada es una buena opción para empezar a ordenar los músculos del cuerpo y hacer el cambio del Skimo al Trail…
Otra explicación podría ser la belleza del recorrido, el mítico Oturia se viste de de gala para que los corredores nos deleitemos con la subida a las ermitas, con la bucólica cascada que envuelve con una cortina de agua la senda dirección al Santuario de Santa Orosia. Las vistas arriba, desde la pradera son idílicas y un placer para todos los sentidos, colores, olores etc…
El secreto de La Osan podría estar ser su perfecta organización. Avituallamientos en sitios adecuados, marcaje de recorrido implacable, decenas y decenas de voluntarios por todos los rincones.
O simplemente la justificación del éxito de esta carrera son sus migas…mimando al corredor llegando a la excelencia en el post de la competición.
Puede ser la suma de todos estos factores pero nadie sabe a ciencia cierta porque engancha esta prueba.
Fuera como fuese pocas carreras por montaña tienen el ambiente que se da en esta cita.Se puede disfrutar en todo momento, tanto con dorsal como sin él. En la salida ya se nota algo diferente a lo de siempre. Mucho alboroto, muchos nervios, caras conocidas, otras no tanto. Personas con retos, como ese grupo de amigos que año tras año salen corriendo de Huesca capital a las 12 de la noche rumbo Osan y tras pasar toda la noche corriendo hacen acto de presencia a las 8 de la mañana en el pueblo para ponerse el dorsal y camuflándose en el pelotón de corredores y hacer la prueba como uno más, incluso alguno de ellos vuelve a Huesca en bici…
Esa vuelta al pueblo en los primeros compases de la prueba sonando grandes esquilas evocando grandes citas en Alpes..
Todo es diferente aquí… Todo es perfecto para esto. Si hubiera que hacer un estadio de trail ya estaría inventado, el recorrido de La Osan, ni más ni menos…
La salida se da como mandan los canones, puntual y con disparo al aire. Tras él una serpiente de color se va estirando por la senda para que cada uno escriba su propia historia durante los 17km que nos quedan por delante.
La mía es una historia con final feliz, como creo que la mayoría de multitud aquí. La cabeza de carrera salió muy fuerte y preferí salir mas tranquilo y pensar en este cuerpecillo que aún esta modelado para el Skimo. Los primeros 5 km son relativamente llanos con 2 tachuelas que no hacen mucho daño aún…y es en Yebra de Basa donde esta el plato fuerte de la jornada con un subida de 4km y 700m de desnivel. Ese es mi terreno y donde pude exprimirme más para llegar al Santuario de Santa Orosia en primera posición. Poco duraría esa sensación de controlar la prueba ya que en la zona de tasca y pino hay tramos muy llanos y donde los compañeros de carrera me iban arañando segundos a marchas forzadas. Tal es así que aún la bajada la pude hacer en solitario pero llegando al pueblo de Isún me dieron caza quedando 3km para acabar la prueba y pase a la 2ª posición que ya no abandonaría hasta llegar a meta.
Final feliz sí, porque mi familia me está esperando para darme un abrazo,porque el arco de meta esta abarrotado de gente aplaudiendo a todo el mundo que termina, feliz porque el chasis me ha aguantado tras una semana entre algodones.. porque he podido disfrutar de La Osan Cross Mountain.
Después del protocolario turno de fotos para la prensa y entrevista para la radio he saludado a mucha gente, multitud de gente de toda la geografía aragonesa y fuera de ella. He hablado con personas que viven en Pamplona como Tedy y Gorka, con Julio de Alfindén (Zaragoza), con mi amigo Avelino que vive en Zaragoza pero que todos los fines de semana busca una carrera para tener la excusa de salir de la ciudad. He conocido a Marcos, 3er clasificado de la prueba y que vive en Cantabria. He mantenido una amena charrada con mis compañeros de mi pasado balompedico Oscar Rabal y Bara. Le he podido dar un fuerte abrazo a mis compañeros del GREIM Paco y Borre que también se han animado a correr. Hasta en cocinas tenía un conocido, Manolo, el cual me ha dicho “estamos sin vacunar”. Grande Manolo… nos ha deleitado a todos con unas migas cojonudas. He saludado a Nuria Sierra, atleta de Monzón , 1ª clasificada. Por supuesto, no podía faltar comentar la jugada con Juan Carlos Apilluelo, toda una institución en nuestra zona. Me ha caído otro abrazo de mis compañeros de selección en años anteriores, Cazca y Vicente. He chocado la mano con Buoali, corredor de origen marroquí y afincado en Huesca hace muchos años, otro lomo plateado de la manada…
He visto emocionarse a muchos corredores en la meta porque habían bajado los tiempos de otros años. He vivido en 1ª persona la preocupación de la organización porque todo saliera perfecto.
Quizá nadie sepa aún el secreto del éxito de La Osan, quizá la respuesta podría estar aquí, en este momento… O quizá no…nadie lo conoce con certeza…
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