Por Joxe Amunarriz del OS2O Trail Team 

27 de mayo de 2018. Es el día. Con mucha ilusión afronto mi tercera maratón Zegama-Aizkorri. Por delante, nada más y nada menos que 42.195 kilómetros con 5.472 metros de desnivel acumulado por caminos y senderos de montaña de gran belleza natural, combinando zonas de arbolado, zonas escarpadas de roca viva y pastizales de altura. Un recorrido maravilloso de media montaña, técnico y de elevada dificultad que discurre por el macizo de Aratz y la Sierra del Aizkorri e incluye cuatro de las cimas más altas de la Comunidad Autónoma Vasca (Aratz – Aizkorri – Aketegi).

Estamos listos. Suena de fondo una canción que nos sube la adrenalina al máximo. 500 participantes en la línea de salida. Todo está preparado. La estrategia en la cabeza. Cuenta atrás. Cinco, cuatro, tres, dos, uno…. PUMM!!

Preparado para tomar la salida entre amigos

 Salimos como auténticos cohetes entre las calles de Zegama cada uno cogiendo su posición para ir encarando la primera subida hacia las cimas del Aratz y Aizkorri. Después de unos kilómetros ascendiendo rápido por pistas anchas encharcadas llegamos a Otzaurte (km7).

La gente te sube en volandas. Que pasada!!

Es un punto emocionante de la carrera dado que se concentra una gran multitud para animar a todos los participantes. Es una subida dura, llena de barro. Sin embargo, gracias a los gritos y ánimos de todo el personal subo echando «leches».

Subiendo y sacando las fuerzas justas para sonreír

Empapándome del ambientazo de la carrera

Después de superar las primeras ascensiones comienzan los llanos de hierba al aire libre donde puedo divisar las cumbres que tendremos que subir. Seguidamente, nos introducimos en un frondoso bosque y durante unos cuantos kilómetros apenas se diferencia el verde de las hojas de los arboles con las hojas caídas en el camino y el gris de la piedra del monte.

Salimos en la mitad de la cima pedregosa del monte Aratz y tras una fuerte subida que tengo que realizar andando, coronamos y nos echamos hacia abajo como si fuéramos auténticos galgos en busca de su liebre. Es el kilómetro 14. Esta subida de ritmo me acelera las pulsaciones y me hace comenzar a sudar un poco más de la cuenta. Sin embargo, cuando me doy cuenta ya he llegado a la cueva de San Adrián y de aquí parto a la ermita de Sancti Spiritu donde toda la afición vuelve a animarte de nuevo en el propio cogote. Familia, amigos y público en general vuelven a darme esa dosis de energía necesaria para concentrarme en lo que viene. La subida al Aizkorri, la cual acabará en el kilómetro 21.

Gepostet von Amunarriz Joxe am Sonntag, 27. Mai 2018

Después de media hora andando fortísimo hacia arriba consigo llegar a la cima entre una afición que me ayuda a subir los últimos metros en volandas. Una vez coronado el Aizkorri es momento de crestear por una zona de piedra resbaladiza y puntiaguda que me obliga a poner los cinco sentidos en cada pisada. Si la subida fue dura, la bajada no es menos. Tres kilómetros a tope me llevan a las Campas de Urbía dónde piso al máximo el acelerador y subo el ritmo todo lo que puedo. Al no haberme exprimido al máximo en las subidas, este terreno cómodo me permite ir casi volando. Estoy en el Kilómetro 25.

Por delante, me resta la última subida de 5 km que me llevará hasta la cima del Andraitz. Soy consciente de que si voy a buen ritmo podré adelantar a muchos corredores para afrontar los últimos compases de la carrera. De nuevo, una gran multitud espera en la cima y ánima sin parar.

Gepostet von Amunarriz Joxe am Sonntag, 27. Mai 2018

Una vez arriba, solo me quedan 12 kilómetros de bajada por el bosque. Lo mejor es que todavía tengo fuerza en los pies y muchas ganas de correr. Acelero y tardo escasos minutos en llegar a la plaza del pueblo donde soy recibido como un héroe entre una multitud de aplausos. En está ocasión, he logrado completar mi tercera Zegama Aizkorri en 4h 42 minutos y no puedo estar más orgulloso.

 

¡¡Gracias a todos!!